Entró a robar encapuchado en un bar de Ribadavia, pero el dueño le lanzó una silla y lo hizo huir

La Voz OURENSE

RIBADAVIA

Santi M. Amil

El hostelero logró coger los datos de la matrícula del sospechoso,  asegurando que cojeaba, lo que facilitó su detención

14 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando poco después de la media noche del 19 de mayo del 2019 un ladrón encapuchado entró en su negocio de hostelería de Ribadavia, en la que ya estaba recogiéndolo todo para cerrar, el encargado del bar no se arredró. Ni tan siquiera cuando el ladrón esgrimió un martillo de 33 centímetros y un destornillador en tono amenazante, ya que lejos de asustarse cogió una de las sillas del bar y se la lanzó. Esto debió sorprender al ladrón, que no insistió. Se dio media vuelta y se marchó a toda prisa, siendo perseguido por el hostelero, que no lo pilló, pero sí pudo tomar nota de los datos de la matrícula de su coche, que poco después entregó a los agentes de la Guardia Civil. A la mañana siguiente José Luis V. F. fue detenido en el barrio ourensano de Covadonga, instruyéndose en su contra diligencias penales por un delito de robo con fuerza en grado de tentativa por el que ahora ha sido condenado.

Y es que a pesar de que el hostelero no pudo verle la cara al ladrón, se han logrado reunir pruebas en su contra. No era el dueño del coche que estuvo en Ribadavia la noche de autos, pero su propietario confesó a los agentes que se lo había prestado al acusado, porque este se lo pidió con la excusa de que iba a visitar a su madre. Dijo además que el acusado prometió devolvérselo en una fecha, si bien no cumplió con su palabra.

Asimismo, se ha tenido en cuenta la descripción que hizo el hostelero del sospechoso, asegurando que cojeaba. Esto también lo constataron los agentes que lo arrestaron, por lo que se considera que fue él, imponiéndole veinte meses de prisión.