Cierra la Tafona da Herminia en Ribadavia: «Teño moitos receitarios antigos en sefardí que quedarán para a familia»

RIBADAVIA

MIGUEL VILLAR

La pandemia aceleró la jubilación de una mujer que llegó a ser emblema turístico de la capital de O Ribeiro

28 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

De obligada visita en Ribadavia y referente culinario de la gastronomía sefardí en España. La pandemia por el coronavirus cerró para siempre la Tafona da Herminia y un capítulo de la historia de la villa. Herminia Rodríguez es el corazón de este rincón ribadaviense por el que han pasado desde el más simple turista a personalidades internacionales, atraídas por una historia que Herminia comenzó a escribir a principios de los años 90. Aunque ya está jubilada, con 83 años, sigue con el mandil puesto y enciende todos los días el horno de piedra, corazón de sus dulces, para no se estropeé y por si en un futuro cercano sus hijos, dedicados a otras labores, quieren recoger el testigo.

Herminia Rodríguez Carballal nació en Francelos (Ribadavia). Su infancia y juventud estuvo siempre ligada al campo, de la mano de su padre. «Éramos catro irmáns. Meu pai traballaba nas viñas e tamén repartía leite e era pescantín, vendía anguías polo pobos... Eu ía polo ao colexio e cando saía levaba a pastar as vacas. Así que traballei sempre, inda que nunca nunha fábrica, collía as vides, levaba o esterco... Aquela infancia foi moi bonita», recuerda. Se casó con un panadero, o Pinxín de Ribadavia, y así comenzó su relación con el mundo de la repostería. Prepara dulces típicos de la comarca en el horno más antiguo de O Ribeiro. No sabe explicar exactamente el día que decidió dar el salto a la gastronomía hebrea, pero explica que por Ribadavia pasaban muchas personalidades de Israel -la villa pertenece a la red de juderías de España- que demandaban este tipo de postres. Y el horno de piedra de la panadería y la leña eran clave para su fabricación. ¿Cómo aprendió? Herminia relata que le empezaron a llegar de muchas partes del mundo recetarios de postres hebreos, algunos incluso escritos en sefardí. «Dende entón toda a xente que ven a Ribadavia pasa por aquí. Eu traballei para toda España porque solo se fan en Ribadavia. Pero nunca enviei nada. Se alguén quería tiña que vir a buscalos aquí, de esa maneira tamén coñecían a vila. Dende que pechei chamáronme moitas persoas para interesarse sobre os doces e facelos eles. Teño moitos receitarios antigos en sefardí que quedarán para miña familia, para os fillos e os netos. Así se pasa algo e se quedan sen traballo, sempre terán a tafona», dice con rotundidad. Por eso, todavía enciende a diario el horno. Ese en el que ha preparado dulces como ghorayehab, hupferlin o kamisch-broit. Herminia presume de haber tratado a muchos dignatarios. «O outro día vin na tele a Borrell, este estivo aquí e foi moi agarimoso. Tamén coñecín a moitos embaixadores de Israel. E o presidente da Xunta chámame «jefa», porque teño a costume de invitar os que entran a probar, díxome que quería pagar e contesteille ‘Ti mandas na Xunta e eu mando aquí’», ríe.

Esos visitantes de fuera, los que al ir a Ribadavia siempre pasaban por su tahona, la han obligado a cerrar: «Non pecharía se non fora polo coronavirus. Chegou un momento que tiña medo da xente que viña», relata. Y es que a sus 83 años tiene una salud de hierro: «Nunca fun ó médico. So unha vez que me caín, tiven unha baixada de tensión e leváronme o centro de saúde», relata. Estos días sigue a las puertas de la Tafona da Herminia, ya que allí también tiene su casa. Con el mandil puesto como esperando nuevos proyectos. No en vano, nunca paró de trabajar.

¿Quién es?

DNI. Herminia Rodríguez Carballal es repostera de dulce hebreos. Tiene 83 años y nació en Francelos (Ribadavia)

Su rincón. No entiende su vida sin el horno de piedra de la tahona que ha regentado durante décadas. Es su lugar de trabajo pero también ha sido y es el hogar de sus tres hijos.