Pandemia 1918

Luis Gulín EL DESCORCHADOR

RIBADAVIA

01 abr 2020 . Actualizado a las 13:01 h.

El año 1918 es también un año de amenazas para la salud pública con origen en la vecina Portugal. El alcalde de Ribadavia, Eduardo García Penedo, publica el 12 de abril tomar las medidas de precaución respecto a la epidemia del tifus.

A lo largo del año, las listas de fallecidos publicadas en la prensa local son extensas. Tampoco hace descanso ese año en Ribadavia la mal llamada gripe española. Alcanza el estado de epidemia, aprovechándose de esta situación los vecinos de Francelos y A Franqueirán que, ante la demanda de leche, tan recomendable para los enfermos, subieron los precios a niveles insospechados, obligando a la intervención de la Guardia Civil para proceder a su incautación, siendo distribuida la mercancía entre los más necesitados.

Por parte del Ayuntamiento, aparte de proceder a una desinfección general de la población, se insiste ante el gobierno civil de Ourense en construir una traída de aguas en la villa, ya reclamada y demandada en los brotes de tifus de 1909 y 1912. Las desinfecciones se realizan con disoluciones de sulfato en las casas, cuadras y retretes. Pero la ignorancia es también una realidad de la época. Muchas personas se dedican a tomar bebidas alcohólicas creyendo que prevenía de la gripe, saturando innecesariamente la atención sanitaria disponible.

¿De la historia se aprende? Lean La Peste, de Albert Camus, se sorprenderán que esa obra maestra y Premio Nobel de Literatura debería ser en el futuro lectura obligatoria en Secundaria y Bachillerato. Hace falta conseguir una vacuna mental en las siguientes generaciones, ante el veneno reinante en las redes sociales.