«Te anima ver las caritas de las niñas que llegan con nosotros a la rítmica»

Luis Manuel Rodríguez González
luis m. rodríguez OURENSE / LA VOZ

RIBADAVIA

Santi M. Amil

Pilar Vázquez Cobela es la presidenta del Club Marusia

14 abr 2019 . Actualizado a las 10:19 h.

Pilar Vázquez Cobelas (Ourense, 1967) fue una de las niñas que se meció en aquella cuna de la rítmica nacional que fue el Gimnasio 2000. De la mano de Aurora Martínez compartió actuaciones con Marta Bobo, Pino Díaz o Silvia Alonso, entre otros nombres de sobra reconocidos en la élite del deporte y de paso, comenzó a fraguar una pasión: «Adoro mi trabajo, vivo por y para esto y por muy estresada o cansada que esté, te anima ver las caritas de las niñas que llegan con nosotros a la rítmica, a través de una competición cualquiera o en el torneo internacional que cada año celebramos en esta provincia».

Y es que ese trabajo de Pili es el Club Marusia, la entidad que nació con solo dos niñas en Ribadavia y que ha extendido los tentáculos de su estructura por distintos puntos de la provincia, al tiempo que ganaba prestigio internacional con un torneo por el que se interesan deportistas de todo el planeta. La presidenta y directora técnica del entramado rememora aquellos días: «En 2010, llevaba ya unos años alejada de la competición nacional, después de mis tareas como entrenadora en el Ximnasia Pavillón. Sí seguía encargándome de una pequeña escuela en Ribadavia y los padres me apuntaron la posibilidad de crear un club y que las niñas se lo tomaran más en serio. A mí me pareció bien y arrancamos con Antía Abal, que ahora es mi ayudante, y Carmen Martínez, quien se trasladó a Valencia y allí se convirtió en campeona de España».

Aquel germen floreció en lo que hoy es un club con 140 niñas y sedes en el Pazo Paco Paz, en el Colegio 12 de Octubre y en O Carballiño, donde está creciendo una importante escuela gimnástica. Vázquez Cobelas tiene claro que en ese camino ha contado con un importante espaldarazo de los progenitores de sus alumnas: «Es cierto que lo hacen por sus hijas, pero los padres han sido vitales en todo este proceso. Al principio fueron los que tomaron la iniciativa, asumieron la presidencia y siempre me han apoyado mucho. Cuando estoy un poco desanimada, se prestan siempre a echar una mano en lo que sea y, sin ir más lejos, para el próximo torneo internacional, son los que comenzarán el montaje en el Pazo desde el miércoles a las ocho de la mañana».

Y es que la octava edición del Torneo Internacional del Club Marusia (18 y 19 de abril) ya es todo señuelo en el orbe de la Gimnasia Rítmica, sin olvidar las habituales sesiones técnicas (20 de abril) que este año contarán con la seleccionadora rusa, Iana Lukonina: «La verdad es que cada vez que terminamos con un torneo pensamos en qué podemos hacer para seguir creciendo en el siguiente y nos parece complicado, pero estamos consiguiendo mantener una línea ascendente. Este año fue la seleccionadora nacional la que se interesó por nuestro trabajo y será la primera vez que el combinado nacional al completo participe en una competición de estas características. Y a día de hoy, con la programación ya cerrada hace tiempo, siguen llegando llamadas de distintos países para interesarse por la posibilidad de venir a Ourense».

No es para menos, porque lo que comenzó como una convocatoria de jornada única con 160 gimnastas, rodeadas de sillas en la pista del polideportivo ribadaviense, se ha convertido en una cita para deportistas olímpicas de distintos países, que esta Semana Santa reunirá en el Pazo Paco Paz a casi 1.200 protagonistas, sobre sus distintos escenarios.

Pili admite que en ocasiones piensa que están tocando techo: «Da la impresión de que se nos está yendo de las manos, pero si ves a las niñas cuando se enteraron de que iba a venir la selección española, sabes que estamos en el camino correcto. Lo creamos por una razón económica en cierto sentido, porque como resultaba complicado desplazar a nuestros grupos a torneos de alto nivel, decidimos organizar uno en casa. Cuando trajimos en el 2017 a la campeona olímpica, Margarita Mamún, parecía que ya era lo máximo a lo que podíamos aspirar, pero seguimos dando pasos hacia delante».

Quién es. Su rincón.

su rincón

Quién es. Vázquez Cobelas entró en el mundillo de la gimnasia rítmica en una época dorada en la que Aurora Martínez. Es entrenadora de Nivel III y fundadora del Club Marusia.

Su rincón. El Pazo Paco Paz se convirtió en la sede principal del club como consecuencia de su aumento en las inscripciones de alumnas en la capital y la dificultad de trasladarlas a Ribadavia. La entidad dispone de ocho horas semanales en la instalación, que se amplían cuando organizan distintos torneos.

Un apoyo valioso de los padres y de un pujante cuadro de entrenadoras

En el plano más personal, Cobelas, está en el ojo del ciclón en el que se ha convertido el Marusia, pero desde luego, da la impresión de que lo vive con gusto: «En los últimos tres o cuatro meses no he parado, aunque me ayudan mucho, me encargué de las inscripciones y casi me pasé los días pegada al ordenador, hasta las dos y media de la mañana, para levantarme después a las siete. A veces pienso en que necesito un descanso, pero esto no se para y después del torneo vienen otros campeonatos. Los padres también sacrificaron su Semana Santa y nuestro equipo técnico trabaja con la misma ilusión». Un plantel de entrenadoras, que de la mano de la experiencia de Pili también se están asentando en el panorama de la rítmica nacional, como es el caso de Sabela González, Rita Villar, Sara Álvarez o la ya citada Antía Abal, la joven que vivió en primera persona el nacimiento de un club que parece no tener límite.