Un año más, el Club Marusia despliega en la Semana Santa un interesante cartel en torno a la gimnasia rítmica, con motivo del Torneo Internacional Vila de Ribadavia, apellidado Ourense Provincia Termal y con mudanza incluida -ya desde hace algunas ediciones- al capitalino Pazo Paco Paz, consecuencia lógica de la trascendencia de la cita.
Es el mejor ejemplo de hasta donde puede llegar una entidad modesta, en una de las villas de nuestra provincia, a base de empeño y de moverse en torno a un deporte que tiene más calado de lo que muchos podrían imaginar. De hecho, las entradas para los pabellones de gimnasia son de las más requeridas en los programas olímpicos de cada edición y este 2017 pasará por Ourense nada menos que Rita Mamun, la rusa que se adornó con el oro con el Río de Janeiro.
Y es que las matrioshkas del Marusia no dejan de depararnos año a año una sorpresa detrás de otra, la mayoría procedentes de aquel que llamaban telón de acero, donde se parapetan algunas de las principales escuelas de la rítmica mundial. De Bielorusia llegó en su día Liubov Charkashyna, desde Bulgaria recogió el testigo Silviya Miteva y los ucranianos enviaron una embajada formada por Maksimenko, Makarenko, Ikaieva y Lobas. Eso tan solo en los últimos años, antes de que Olga Kapranova se encargara de la clase magistral de 2016. Y no caen en saco roto. La actividad del Pavillón y otros clubes o canteras deportivas de titularidad municipal en las villas está forjando una escuela ourensana que bebe de las mejores fuentes. En Ribadavia pusieron su granito de arena.