El gobierno municipal de la capital ourensana se comprometió a comprobar si la maquinaria cumple con la normativa legal
29 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Aunque la mayor parte de las quejas por ruidos tiene que ver con locales de ocio o con el botellón, también las hay referidas a otras fuentes de contaminación acústica. Un vecino se quejó, por ejemplo, de las máquinas de limpieza viaria utilizadas en la capital ourensana en horario nocturno. Según el informe entregado esta semana al Parlamento gallego, inicialmente el Concello no respondió satisfactoriamente a los requerimientos de la valedora. Sin embargo, después de insistir, el Ayuntamiento «rectificou ao recoñecer que o servizo municipal debe cumprir as condicións legais de ruído». El gobierno local se comprometió, además, a realizar las comprobaciones necesarias para evitar que se superen los máximos legales de contaminación acústica. Otro caso de fuentes excepcionales de ruidos en el que intervino la institución del Valedor do Pobo fue el que hace referencia a un gimnasio de Ribadavia. «Coñecemos unha queixa anterior na que se comprometía a solución, pero ao cabo dun tempo os ruídos seguían, a pesar de que a actividade carecía de licenza», explica el informe de la valedora, que precisa que se puso de nuevo en contacto con el Concello para que «de forma urxente» garantice a los afectados «a ausencia de ruído e o dereito á intimidade persoal e familiar no ámbito domiciliario».