La mayor parte de diputados, senadores y alcaldes no respalda la abstención
26 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.La decisión que el pasado domingo tomó el comité federal del PSOE ha provocado una fractura de difícil reparación entre quienes están de acuerdo con facilitar la investidura de Mariano Rajoy y quienes habrían preferido que su partido siguiera diciendo no a un Gobierno del PP. Estos últimos son mayoría entre los dirigentes que ocupan los cargos institucionales más importantes de la provincia, un panorama que contrasta con la posición de la dirección provincial, que respalda la abstención propuesta por la gestora federal.
La única representante del PSOE ourensano en el Congreso es Rocío de Frutos, una pieza esencial en la situación actual porque, junto a los diputados del PSC catalán, es de las pocas que sigue asegurando que romperá la disciplina de voto y mantendrá su no a Rajoy. Ella acaba de estrenarse en las Cortes, como el senador Luis García Mañá. Este, sin embargo, no quiere dar su opinión personal y recuerda que proviene de un «corpo disciplinado». Ex alto cargo policial, el ourensano dice que se ve como un «recén chegado», «sen autoridade histórica como para dicir unha cousa ou a outra». Dice estar «confundido e asombrado» con la situación actual, pero insiste en que obedecerá: «No meu traballo o que me mandaron sempre que non fora inxusto cumprino a gusto ou a desgusto. [...] Agora adquirín un compromiso cun partido e eu non son senador por min; fun elixido porque me presentei polo PSOE».
García Mañá no había hablado aún sobre este asunto, pero sí la mayor parte de los cargos institucionales del partido en Ourense. En el Parlamento gallego sus dos representantes están divididos. Noela Blanco, que fue cabeza de lista en las elecciones del 25S, es una activa defensora del no a Rajoy y su compañero de escaño, Raúl Fernández, todo lo contrario. Él, como secretario provincial, fue quien bloqueó la votación que una parte de la ejecutiva ourensana pretendía forzar para pronunciarse en contra de facilitar el Gobierno al PP.
En el grupo socialista de la Diputación ourensana tampoco hay unidad de criterio en torno a este asunto. El portavoz del partido en la institución provincial y alcalde de Ribadavia, Ignacio Gómez, fue quien lideró la recogida de firmas para forzar la citada revuelta en la ejecutiva. Sin embargo, varios miembros del grupo en la Diputación se mantienen fieles a la cúpula del PSOE ourensano, como Francisco Fraga, exregidor de Piñor, y avalan, por tanto, la abstención de su partido.
Entre los principales alcaldes de la provincia, la mayor parte habrían optado por el no, al igual que el ya citado de Ribadavia. El alcalde de O Barco, Alfredo García, fue precisamente uno de los que colaboraron con Gómez en la recogida de firmas para tratar de forzar un pronunciamiento de la ejecutiva contra la abstención. Cabe destacar, además, que en la agrupación de García -que también es presidente provincial del partido (un cargo sin responsabilidades orgánicas)- se aprobó un acuerdo en esos términos. Lo mismo ocurrió en Verín, aunque el alcalde, Gerardo Seoane, insistía ayer en afirmar que no es militante para no dar su opinión personal al respecto. En O Carballiño no hubo un pronunciamiento como los de O Barco y Verín y su alcalde, Francisco Fumega, está más próximo a la cúpula provincial, aunque ayer no dio a La Voz su opinión.
Rocío de Frutos no cede, asegura que no dimitirá e insiste en que no se abstendrá
La secretaria de Organización provincial del PSOE, María Quintas, arremetió en una entrevista publicada ayer contra la única diputada socialista por Ourense, Rocío de Frutos. Le advirtió de que, si no está de acuerdo con la disciplina de voto impuesta por el comité federal, lo que debe hacer es dimitir. Ella, sin embargo, no piensa hacerlo. Sin querer contestar directamente a Quintas, De Frutos recordaba ayer que la última decisión respecto a sus votos es de los diputados y no de sus partidos y, en todo caso, apuntó que la asamblea del PSOE en Ourense se posicionó en contra de la abstención. Ante las advertencias de sanciones o incluso de expulsiones en el caso de romper la disciplina de voto, la parlamentaria ourensana asegura que no tiene miedo. «No voy a cambiar jamás», sentencia De Frutos, que solo se planteará su futuro tras cumplir con su prometido no a Rajoy, asegura.