La familia de Miguel Álvarez, emigrante de Ramirás secuestrado en Venezuela, sigue sin noticias del desaparecido
18 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.La comarca de Celanova cuenta con un importante colectivo de emigrantes en Venezuela, y la convulsa situación que se vive en el país está pasando factura a los ourensanos radicados en el mismo. El último caso afecta de nuevo a un vecino de Ramirás, concretamente del pueblo de Rubiás, y la tensa espera para de las noticias que llevan del otro lado del océano está afectando a sus familiares. A Miguel Álvarez González, de 74 años de edad, lo secuestraron el pasado martes. Estaba visitando a un amigo italiano que tiene un concesionario de coches y se los llevaron a los dos. En Rubiás vive su hermana Maruja. Su casa, una vivienda de color naranja con tejado a dos aguas, está frente a la casa de piedra que tiene en el pueblo el secuestrado. La tensión acumulada, la confusión de los primeros momentos -una sobrina le dio cuenta de la situación el jueves, aunque los secuestradores aún no se habían puesto en contacto con la familia- y el interés mediático suscitado han afectado a Maruja Álvarez y su marido, José Feijoo. Él permanecía ayer en cama por no encontrarse bien de salud y su mujer, esperando noticias en la cocina de la casa, no quería hablar con nadie que no fuesen sus familiares o vecinos allegados. Las hermanas de José Feijoo y su cuñado, entre otras personas, acompañaron a la familia del secuestrado en la jornada de ayer. Los parientes de Maruxa y José conocen de primera mano la peligrosidad que se da en Venezuela, llevan muchos años en la emigración y pasan temporadas en Rubiás.