La alcaldesa del Concello de Porqueira, Susana Vázquez, mostraba ayer su malestar por lo ocurrido. «Alucinada», dijo encontrarse tras haber visitado la zona. «La mañana del sábado pasé incluso por allí con varios vecinos y no vimos nada raro, aparentemente era todo normal. Estamos consternados», explica la regidora.
La alcaldesa aseguraba ayer no tener ninguna sospecha ni sobre la identidad de los vándalos ni sobre las causas que pudieron llevarlos a cometer los hechos. «Ahora mismo lo que me pregunto no es solo quiénes fueron los culpables, sino el motivo». Cree que será difícil conocer el nombre de los autores . «Está complicado», responde. «Lo que ha pasado aquí no es una gamberrada, estamos hablando de vandalismo. No quiero ni pensar lo que hubiera pasado si fuera de noche, plantarían fuego a todo», explica .
Obras muy valoradas
Susana Vázquez asegura que quienes destrozaron las dependencias lo hicieron en contra de un pueblo. «Son obras muy importantes. Un velatorio nuevo -terminado de construir hace tres años- y una residencia que hace mucha falta». Señala que la motobomba es la única con la que cuenta la localidad -que sirve tanto para apagar fuegos como para limpiar el monte y las aceras- y aunque no fue capaz de valorar los daños, apostilla: «Con lo difícil que resulta hacer obras».