
En 1989 se daba la alerta ante la aparición de un presunto «muerto» en las aguas del río Sil
04 ene 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Un maniquí que estaba flotando en el embalse de San Martiño causó una importante alarma social en A Rúa y Petín al creer que se trataba de un muerto. El episodio movilizó a vecinos, Guardia Civil y hasta al párroco de Petín, que fue alertado por varios feligreses. El hecho de que el maniquí se encontrase en una zona del embalse próxima a la N-120, en el lugar denominado A Pena Furada, provocó la alarma al ser numerosos los automovilistas y camioneros que alertaron de la existencia de una persona muerta en las aguas del río Sil. Desde Monforte y Quiroga se recibieron llamadas y efectivos de la Benemérita salieron a realizar el registro de la zona. En el puente nuevo de Petín se congregó numeroso público para ver qué estaba pasando en el embalse. Una vecina de A Pena Furada explicaba que el maniquí llevaba dos días «navegando» por la zona y que al estar «panza arriba» daba la sensación de ser un muerto. Unas chicas del lugar se metieron al embalse con una barca y lo retiraron.