Ferrocarril Ourense-Vigo por el río Miño, ¿vía directa?
OURENSE CIUDAD
Tribuna abierta de Xosé Carlos Fernández, ingeniero técnico de obras públicas
05 nov 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Han pasado 144 años desde que, el 18 de junio de 1881, se finalizó, tras 18 años de obras, la construcción de la línea férrea que une Ourense y Vigo desde entonces.
Construida por una empresa particular, la «Medina a Zamora y Ourense a Vigo» (MZOV), que no esperaba grandes rendimientos de la explotación, invirtió lo menos posible para unir ambas ciudades, dando origen a un retorcido trazado que, siguiendo la ribera norte del rio Miño durante 95 kilómetros, alcanza Guillarei (Tui), gira 90 grados y, tras 25 kilómetros hacia el norte y, girar de nuevo hacia el suroeste en Redondela, llega Vigo tras recorrer 132 kilómetros.
Por la Nacional 120 o por la autovía A-52-A-55, sabemos que ir de Ourense a Vigo no pasa de 103 kilómetros. Así que, ni por trazado, ni por distancia, debemos aceptar que desde un aula universitaria se nos transmita que la vía de ferrocarril por el Miño sea «directa», como tampoco sería directa una eventual línea por Cerdedo.
Los ourensanos no debemos comulgar con ruedas de molino. Debemos añadir que, el trazado de la línea de 1881, a pesar de haber sido electrificado en 1981, está obsoleto al contar con curvas cuyo radio limita la velocidad a 90 kilómetros por hora. Además, al construirse con plataforma para una sola vía, hoy resulta inviable medioambientalmente duplicarla, dada su inmediatez a la cota superior de dos embalses y por los terraplenes y desmontes que ocasionaría. También exigiría sacrificar viñedos.
El Ministerio de Transportes, dado que la línea es parte del ramal noroeste del Corredor Atlántico para la salida de mercancías de los puertos de Vigo y Marin, ha licitado, a finales de julio, el proyecto de renovación integral de la línea, sin incluir duplicación de vía ni variantes. Proyecto necesario porque, caso contrario, tendría que cerrar la línea al tráfico por seguridad. Tal es su grado de abandono. El plazo de entrega del proyecto es de 42 meses tras la adjudicación que se prevé para diciembre de este año. Ourense, desde 2003, inexplicablemente, ha estado ausente del diseño de una nueva línea de alta velocidad que nos conecte con Vigo, dejando que el alcalde de Vigo, sin consulta a las entidades políticas de Ourense, levantase la bandera de una pretendida Variante de Cerdedo, que además de exigir obras faraónicas (túneles de 18 kilómetros) tendría costes superiores a los de la LAV de la Meseta. Una barbaridad a la que el Ministerio viene oponiéndose mediante el encargo de supuestos necesarios estudios, desde hace 20 años. La solución de Cerdedo dejaría la distancia entre las capitales en 114 km/h, y solo tendría un 65% de línea apta para alta velocidad, obligando a una parada intermedia en Pontevedra, con duración de 50 minutos. Va siendo hora de que las entidades políticas, empresariales y profesionales de Ourense, se tomen en serio el Ferrocarril hacia Vigo, y exijan una Línea de Alta Velocidad, verdaderamente directa con obras y trazado similar a la de Ourense a Santiago (en donde se redujo la distancia de 130 a 88 km) que ofrezca tiempos de 30 minutos y hagan valer ante la ciudad olívica, el volumen del 25 % de tráfico que Ourense aportaría en la explotación.