Los tesoros que crea la despoblación: aldeas abandonadas para visitar en Ourense

OURENSE CIUDAD

Pueblos deshabitados guardan restos de lo que fue la vida pasada en el rural
12 may 2025 . Actualizado a las 13:07 h.La pérdida de población en el rural de Ourense deja un lento goteo de aldeas vacías de vida. Algunas quedaron en el abandono por la dificultad que supone estar enclavadas en medio de parajes naturales, otras, aunque de fácil acceso, no se libraron del éxodo urbano. Ruinas de pequeños núcleos se entremezclan con la vegetación, convirtiéndose en una muestra de lo que fue la vida en el campo y la arquitectura tradicional del interior de Galicia.
HISTORIA RECIENTE
Codesás. Hay poblaciones que van cayendo en el abandono por «barrios». En el concello de Melón, se le llama «aldea vella» de Codesás a un núcleo de unas 20 viviendas que quedaron deshabitadas en el siglo XX. Otra parte continúa siendo un pueblo vivo. El reciente abandono hace que sea fácil imaginar cuando las casas todavía tenían vecinos. Aunque están deterioradas, conservan las estructuras en pie. Algunas son antiguas edificaciones de piedra o madera y otras incluyen construcciones más actuales con ladrillo. Son muestra de la arquitectura tradicional gallega con elementos como los corredores
A ORILLAS DEL MIÑO

A Barca. Son decenas las aldeas que se quedaron sin vecinos la construcción de embalses, como en este núcleo de Cortegada. Desde el siglo XV fue lugar de paso de una orilla a otra del río Miño, pero tras levantar el puente de Frieira el negocio se terminó y el embalse arrasó con las tierras de cultivo. Los vecinos fueron indemnizados y se trasladaron a otras zonas en los años 60. Las casas se salvaron de la crecida del río e incluso el Concello ofreció la aldea para un proyecto turístico. Nadie la aprovechó y ahora son unas ruinas de fácil acceso y señalizadas desde la carretera OU-801. El camino con los muros originales lleva hasta un conjunto de grandes casas de piedra muestra de la arquitectura tradicional de O Ribeiro. Aunque la vegetación avanza por la estructura de piedra, todavía se puede entrar en alguna de las viviendas.
RUTA DOS ARRIEIROS

Sona. A aldeas como Sona, en O Carballiño, solo se puede llegar a pie retomando los antiguos caminos usados por los extintos vecinos. Por el Camino Natural Dos Arrieiros se llega a este núcleo «fantasma» después de tres kilómetros desde Fonteantiga. Todavía se observan varias edificaciones de piedra, algunas con paredes enclavadas en grandes rocas, y las calles originales. Cuenta con vistas al paraje natural en el que se encuentra, bañado por el río Barón.
ALDEA MODELO

Salgueiro. En el concello de Muíños, visitar la aldea de Salgueiro es como pasear por un modelo de lo que fueron los núcleos de la Serra do Xurés. La Xunta adquirió en los años noventa todo el pueblo cuando la pérdida de habitantes amenazaba a los lugares más apartados. El bipartido quiso convertirlo en la primera aldea modelo medioambiental de Galicia, pero el proyecto no se materializó. Algunas construcciones fueron rehabilitadas en su interior, conservando las estructuras tradicionales de piedra, pero otras siguieron sufriendo deterioro. Aguantan en pie entre las graníticas montañas las casas y la pequeña capilla de lo que fue uno de los importantes núcleos de la sierra. Por estar en la reserva natural, se necesita autorización de la Xunta de Galicia para entrar.
A LAS AFUERAS DE LA CIUDAD

Muíños. Las ruinas de piedra adornadas por la maleza se pueden visitar incluso a unos minutos de la ciudad. En el concello de Barbadás se encuentra la aldea abandonada de Muíños, al final de un camino fluvial que pasa por una de las joyas naturales de la localidad, la Fervenza do Pisco. Próximo al propio núcleo de Barbadás, conserva en pie varias edificaciones de piedra en las que se puede ver arquitectura tradicional pero también materiales más nuevos. Se puede transitar sin problema por los originales caminos, aunque el Concello anunciara hace dos años un proyecto para poner a punto todo el Camiño dos Muíños.