Uno de los acusados de matar al flautista callejero de Ourense, condenado por acuchillar en la pierna a un conocido veinte días antes del crimen
OURENSE CIUDAD

La jueza exonera a otros dos hombres que fueron investigados por este incidente, ante las contradicciones de la víctima en relación a lo ocurrido
30 abr 2025 . Actualizado a las 15:16 h.Solo uno de los tres investigados responderá por el incidente que tuvo lugar en Ourense en la madrugada del 26 de julio del 2024. Aquella noche un hombre fue atacado y acabó en el hospital con una cuchillada en la pierna. La víctima implicó a tres sospechosos, asegurando que uno de ellos lo había golpeado con un casco, otro le había rociado gas pimienta en los ojos y el tercero le había clavado un cuchillo, pero su inestable versión no ha convencido a la jueza, que ha tenido que recurrir a testigos presenciales para poder aclarar lo ocurrido aquella noche. Se da la circunstancia de que veinte días después de ese suceso, dos de los tres acusados se vieron involucrados en otro mucho más grave. Asaltaron a un conocido flautista callejero para pedirle dinero y, presuntamente, lo mataron. Ese hecho aún está por juzgar.
Por ahora la magistrada del Juzgado de lo Penal dos de Ourense impone un año de prisión a Miguel J. H., al que se responsabiliza de la herida de arma blanca que tenía la víctima aquella noche. Lo considera responsable de un delito de lesiones en el que se tiene en cuenta, como atenuantes, su adicción a las drogas y la anomalía psíquica que padece. Este sospechoso se encuentra en prisión desde agosto del 2024, cuando fue detenido por el crimen de Jorge Gómez.
En la sentencia la magistrada tiene en cuenta las distintas versiones que aportó el perjudicado en relación a como ocurrieron los hechos. Así, durante todo el procedimiento llegó a decir tres horas distintas sobre el momento del incidente, atribuyendo el ataque con el gas pimienta primero a uno de los sospechosos y luego a otro. «Sus contradicciones son relevantes puesto que afectan a cuestiones tan esenciales como qué acción llevó a cabo cada uno», sostiene la togada. Eso sí, otorga total credibilidad a una persona que estuvo tomando algo con todos los implicados antes de los hechos, y que vio el incidente. «El testigo fue rotundo a la hora de señalar que, si bien no pudo ver exactamente con qué apuñalaba Ángel a Christian, sí vio perfectamente el gesto», observa la ponente, que también toma en consideración que el propio agresor se encaró con el testigo y asumió lo que acababa de hacer. «Fui yo, ¿pasa algo?», le dijo.
Eso sí, no se puede considerar probada la participación de Enrique E. D. en la agresión, ni la de Yago V. V. Tampoco la togada ve indicios para corroborar que el ataque a la víctima tuvo lugar con el objetivo de robarle su bici, ya que el testigo relató que el vehículo le fue devuelto al perjudicado nada más llegar él, señalando incluso que los implicados en el incidente acompañaron a casa al herido. «Se fueron todos juntos», dice la resolución.
La jueza tampoco ve acreditado el ataque con gas pimienta porque la víctima no tenía lesiones en los ojos y aunque cree que uno de los tres sospechosos mintió en el juicio al decir que no estaba en Ourense en el momento de los hechos, no ve tampoco probado que tuviera alguna participación en el ataque.
El crimen de Jorge Gómez
Veinte días después de este incidente, cuyo desenlace judicial está pendiente, los acusados se vieron involucrados en otro altercado de consecuencias mucho más graves. Se cree que tanto Enrique E. D. como Miguel Ángel J. H. atacaron en plena noche a un conocido flautista callejero de Ourense, Jorge Gómez. Se sospecha que le pidieron unas monedas, pero como se negó a darles nada lo atacaron, clavándole uno de ellos un cuchillo en la cabeza mientras el otro lo sujetaba. Aunque varios viandantes auxiliaron a la víctima e ingresó en el hospital con vida, falleció poco después.