Un piso en Mallorca, el gancho con el que un vendedor de coches de Ourense logró estafar 100.000 euros a un matrimonio que durante meses confió en él
OURENSE CIUDAD

La Fiscalía reclama tres años de prisión para el acusado, que regentaba un establecimiento de compraventa de automóviles en el polígono de San Cibrao
22 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.La Audiencia Provincial de Ourense retoma esta semana su calendario de señalamientos tras el parón de la Semana Santa con un juicio por estafa. En el banquillo de acusados del alto tribunal provincial se sentará un hombre que, según se sospecha, engañó durante mucho tiempo a un matrimonio, consiguiendo que le entregaran cien mil euros para coches y pisos de los que los perjudicados nunca disfrutaron.
Todo comenzó a mediados del 2022, cuando el acusado, Antonio G. F., regentaba un negocio dedicado a la venta de vehículos usados que tenía su sede en el polígono industrial de San Cibrao das Viñas. En mayo entraron en contacto con él un hombre y una mujer que estaban interesados en comprar un coche de segunda mano. Tras varias negociaciones, el matrimonio concertó la adquisición de dos furgonetas Renault Kangoo por un precio de 9.000 euros. Los compradores le enviaron el dinero al vendedor, pero este no cumplió su parte y nunca entregó los vehículos a su destino. Los compradores le reclamaron por ello y el acusado, aduciendo una excusa que resultó creíble a la otra parte, aceptó devolverles el dinero. Su objetivo con este paso, así lo sostiene el informe del Ministerio Fiscal, no era otro que ganarse su confianza para futuras operaciones engañosas que el acusado, que tiene ahora 35 años, tendría al parecer preparadas.
Así, hay constancia de que en el mes de noviembre de aquel mismo año el vendedor de coches volvió a ponerse en contacto con la misma pareja para ofrecerles otras dos furgonetas por el mismo precio que las primeras que habían querido comprar. Ellos aceptaron la operación y «en la confianza que tenían en el acusado», le transfirieron el dinero. Los coches nunca llegaron a su destino porque el vendedor, se cree, no tuvo nunca intención de enviarlos, pero se las arregló para que los clientes siguieran confiando en él.
Seguramente explicarán en la vista los perjudicados como pasó todo, pero de momento se sospecha que en las semanas posteriores a la venta fallida de los coches, volvieron a tener noticias del acusado, que les habló entonces de invertir en el sector inmobiliario. Al parecer, les informó de que existía la posibilidad de adquirir un piso en Mallorca que tenía un precio muy «ventajoso» porque procedía de una subasta judicial. Para hacer creíble su historia, les envió fotos y ubicación de la vivienda, logrando engañarlos por completo.
Meses de engaño
Ellos creyeron que podrían ser propietarios de un piso en las Islas Baleares y aceptaron entregarle 20.000 euros al acusado. Para entonces ya era enero del año 2023 y el plan del sospechoso seguía su curso. Debió ver un filón en las víctimas, a las que siguió exprimiendo durante meses con nuevas ofertas de propiedades que, según les decía, eran muy baratas porque procedían de embargos.
Al final, les estafó casi cien mil euros con falsas operaciones para adquirir pisos y coches de los que nunca llegaron a saber nada las víctimas, ya fuera porque no existían o debido a que el acusado no tenía ni la capacidad ni el interés de entregárselos a los perjudicados.
Siempre tenía argumentos
Las víctimas aún tardaron tiempo en darse cuenta de que estaban metidos en la tela de araña que había tejido el acusado. Este, para mantener su plan, los llamaba de forma reiterada, repitiendo siempre sus promesas y disipando con distintos argumentos las dudas que le planteaban. Cuando ellos le pedían que les reintegrara el dinero, simulaba haber hecho las transferencias de devolución para ganar más tiempo. Al final, los perjudicados no tuvieron otro camino que denunciarlo.
Ahora la Fiscalía de Ourense le atribuye un delito de estafa por el que reclama una condena de tres años de prisión, además del pago de una multa de 2.400 euros. A mayores, deberá devolver a los perjudicados todas las cantidades que les estafó, más los intereses generados.