El edificio histórico de la plaza de abastos de Ourense cumple siete años cerrado

OURENSE CIUDAD

Jácome ordena el desalojo de los placeros de la Alameda y estos avanzan una batalla judicial porque dicen que el inmueble aún no está listo para su regreso
17 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El próximo mes de mayo se cumplirán siete años del traslado de los comerciantes de la plaza de abastos Número Uno de Ourense a una nueva ubicación en el parque de la Alameda. Ese traslado pretendía ser provisional, mientras durasen las obras de rehabilitación del edificio histórico, pero se está alargando más de lo previsto. Ahora el alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, pretende agilizar el regreso pese a la oposición de los placeros, que alertan de que el inmueble de destino no está listo para ello.
El Concello de Ourense consiguió en el año 2014 una subvención del 2 % cultural del Ministerio de Transportes para la reforma del edificio, situado en un lugar clave desde el punto de vista turístico para la ciudad, a las puertas del casco histórico y junto a las fuentes de agua termal de As Burgas. Precisamente, el objetivo de las obras era modernizar las instalaciones, pero también convertirlas en un atractivo más para los visitantes, siguiendo el modelo de otros mercados, como los de Madrid, Barcelona o Santiago de Compostela.
El problema es que los trámites se demoraron en exceso, las obras comenzaron muy tarde y, finalmente, el Concello de Ourense se vio obligado a devolver la subvención estatal. Así pues, la rehabilitación del inmueble, que costó 4,8 millones, tuvo que financiarse íntegramente con fondos municipales. Además, el proyecto contratado en su día no preveía la urbanización del entorno más inmediato de la vieja plaza de abastos, imprescindible por motivos de seguridad para la reapertura del edificio. Para ello se aprobó un modificado, ya ejecutado, que costó otros 700.000 euros a mayores.
¿Qué falta?
Tampoco así quedó todo listo, ya que los comerciantes alertan de que el inmueble recién reformado no está preparado para su instalación allí. No está diseñada la distribución de los puestos y, además, denuncian problemas con el sistema de carga y descarga de las mercancías. También reclamaban la ejecución de diversas mejoras de accesibilidad. Proponían una pasarela peatonal desde el puente del Murallón y una obra para conectar el edificio con el aparcamiento subterráneo de la Alameda.
Los comerciantes encontraron la complicidad de la Xunta de Galicia en sus objetivos. El conselleiro de Emprego, Comercio e Emigración, el ourensano José González, se implicó personalmente en este asunto y trató de mediar entre ambas partes. Además, el Gobierno autonómico llegó a ofrecer 1,4 millones para completar las obras necesarias para reabrir el edificio histórico del mercado.
Sin embargo, esa tarea de mediación no tuvo éxito, y hace un par de semanas el alcalde de Ourense decidió romper definitivamente las negociaciones. «Nos enredaron con negociacións a tres bandas que só pretendían complicar e dilatar o traslado», justificó el alcalde, que culpó de ello a la Xunta. Además, Jácome señaló a su predecesor al frente del Concello de Ourense, el popular Jesús Vázquez, por firmar en su día un protocolo que a su juicio beneficia en exceso a los comerciantes. Estos, hasta que regresen al edificio histórico, no pagan el alquiler por su ubicación provisional en la Alameda y, además, el período de concesión está en suspenso hasta que vuelvan al inmueble.
Plazos
La Junta de Gobierno Local aprobó la semana pasada enviar la notificación del desalojo a los placeros, que ya la han recibido. Jácome les da tres meses para presentar un proyecto para la mudanza, otros dos para corregir posibles incidencias, y seis más para completar el traslado, que tendrán que financiar ellos al 100 %. Los comerciantes dicen que cumplir con esos planes es imposible y avanzan una «larga batalla judicial» para defender sus intereses. La ciudad lo pagará, advierten.
El conselleiro de Emprego, Comercio e Emigración ha pedido al alcalde que recapacite, pero sin éxito. En su última intervención en el Parlamento de Galicia para abordar este tema, José González, mantuvo la «man tendida» del Gobierno autonómico para cofinanciar e incluso licitar las obras solicitadas para completar el traslado. A nivel local, PP, PSOE y BNG han pedido a Jácome que acepte ese ofrecimiento, pero el alcalde no da su brazo a torcer. Todo este asunto ha generado una gran polémica en la ciudad. En ella han intervenido también los arquitectos que diseñaron el proyecto de rehabilitación de la plaza de abastos Número Uno. Alfredo Freixedo y Pedro Diéguez convocaron esta semana una charla para defender su trabajo.