El crimen de Velle llega al TSXG: la defensa busca rebajar la pena del asesino y la familia de una de las víctimas quiere mejorar la indemnización
OURENSE CIUDAD

Diego Rodríguez Torres, condenado a 22 años de cárcel por herir gravemente a su primo y matar a su pareja, asistirá a la vista señalada la próxima semana en A Coruña
05 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El crimen de Velle aún no está cerrado. Tras haber sido condenado a 22 años de cárcel por apuñalar brutalmente a un primo suyo y matar a su novia, Diego Rodríguez Torres comparecerá la próxima semana en el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, con sede en A Coruña, para asistir a la vista de apelación de su caso. Ni su defensa ni la familia de una de sus víctima se conformaron con la sentencia dictada en noviembre del año pasado en la Audiencia Provincial de Ourense y tratarán de buscar ante los magistrados del alto tribunal gallego una decisión más favorable a sus intereses.
El asesino, diagnosticado de una esquizofrenia paranoide, fue considerado culpable de dos delitos de asesinato, uno de ellos en grado de tentativa. Tras una semana de sesiones y siete horas de deliberaciones, los jurados vieron acreditado que en la madrugada del 19 de febrero del 2021 no tenía sus facultades anuladas ni estaba bajo un brote psicótico cuando salió de su casa, situada en la parroquia de Velle, muy cerca de la ciudad de Ourense. Armado con un cuchillo, se dirigió a la vivienda de su primo, Álvaro Blanco, y llamó a su puerta.
El joven dormía junto a su novia, Ana Balboa, pero ambos se despertaron y al oír los gritos del pariente no desconfiaron y le dejaron pasar. El ataque, según quedó probado, fue inmediato y brutal. En cuanto vio a su primo, Diego se abalanzó sobre él «clavándole el cuchillo repetidamente y por diversas partes del cuerpo», tal y como vio probado el tribunal. Enseguida apareció en escena Ana Balboa, que le pidió que parara. «Déjalo, que ya lo mataste, y coge lo que quieras» le dijo, antes de ser atacada ella también. Recibió dos puñaladas profundas en el cuello y el tórax que le provocaron la muerte, pero el agresor siguió causándole cortes por todo el cuerpo. El forense contó 28 lesiones, sin embargo el tribunal no creyó que actuara con ensañamiento. Por mayoría de ocho votos, los jurados no entendieron que la «reiteración de cuchilladas» obedeciera a un deseo de causar más dolor y sufrimiento a la víctima.
Sí quedó probado, por unanimidad, que tras cometer el crimen el asesino volvió a su casa, se deshizo del arma y mantuvo una conversación con la central de alarmas, tras sonar la de su casa. Ya dentro de la vivienda, se cambió de ropa y tiró las prendas manchadas a la papelera. La presidenta del tribunal explicó cuando leyó el veredicto que para la decisión se había tenido en cuenta, sobre todo, la declaración del superviviente. Se desmayó al ser acuchillado, pero volvió en sí cuando el asesino ya se había ido y pudo llamar a su padre. Por si no sobrevivía, escribió en el suelo y con su sangre el nombre de Diego.
Tras el veredicto de culpabilidad la magistrada dictó sentencia, imponiendo a Diego Rodríguez Torres quince años de prisión por el asesinato de Ana Balboa y otros siete años y medio por el mismo delito, aunque en grado de tentativa, que sufrió Álvaro Blanco. Se aplicó la atenuante de alteración psíquica, en base a lo dictaminado por el tribunal y se establecieron indemnizaciones que quedaron muy por debajo de lo que se había reclamado. A los padres y la hermana de Ana, que en el juicio aseguraron que nunca han podido recuperarse de la tragedia, les concedieron por su pérdida 130.000 euros, en total.
Esa cantidad, que se reparte en 60.000 euros para cada progenitor y 10.000 para la hermana, ha sido considerada injusta por los familiares de la fallecida, que decidieron recurrir para pedir que se eleve la cantidad con la que deben ser resarcidos.
Esto no será lo único sobre lo que tenga que pronunciarse el tribunal que vea la apelación. La defensa también presentó recurso contra la sentencia basándose en dos cuestiones. Por un lado, entiende que no hay alevosía en la conducta de su cliente y cree que los delitos por los que se le condenó encajan en el homicidio, y no en el asesinato. Además, entiende que se debe aplicar la circunstancia atenuante de alteración psíquica como muy cualificada.
El acusado, que se encuentra en prisión preventiva desde el mismo día de los hechos, comparecerá a la sesión prevista para la próxima semana, aunque no se le tomará declaración. De hecho, hace algunos días ya fue trasladado desde el centro penitenciario de O Pereiro de Aguiar hasta el de Teixeiro, en A Coruña.