Piden cinco años y medio de cárcel para un conductor que arrolló a un camionero en un arcén, se dio a la fuga y quintuplicó la tasa de alcohol cuando lo detuvieron
OURENSE CIUDAD

La víctima charlaba con otro chófer cuando fue arrollado por el acusado en las inmediaciones de una gasolinera de Xinzo de Limia
03 abr 2025 . Actualizado a las 14:04 h.Los ecos judiciales del gravísimo accidente de tráfico que tuvo lugar el 11 de agosto del 2021 en Xinzo de Limia llegarán a juicio la próxima semana. Está previsto que se siente en el banquillo de acusados del Juzgado de lo Penal dos de la capital el conductor que, presuntamente, arrolló con su coche a un camionero que se encontraba en un arcén, dándose posteriormente a la fuga. La colaboración de varios testigos permitió a la Guardia Civil dar con su paradero. Cuando lo localizaron, una hora después, su tasa de alcohol quintuplicaba la máxima legal permitida.
Ahora la Fiscalía de Ourense atribuye al automovilista un delito de homicidio por imprudencia grave y otro de abandono del lugar del accidente, reclamando una condena de cinco años y medio de prisión. A mayores, exige que se le quite de forma definitiva el permiso de conducir y que, junto con su compañía de seguros, indemnice a los allegados del fallecido, un hombre de 46 años vecino de la localidad lucense de Triacastela que tenía un hijo de 14 años y convivía con sus padres.
El incidente ocurrió pasadas las diez y media de la noche del 11 de agosto. Un vecino de Xinzo, que ya había sido condenado previamente por un delito contra la seguridad vial, iba al volante de su turismo «bajo la influencia de una intoxicación etílica que le impedía la conducción en las debidas condiciones de seguridad», tal y como se recoge en el escrito de acusación del asunto. A la altura del kilómetro 199 de la carretera N-525, dentro del casco urbano del municipio antelano y en las inmediaciones de una gasolinera, perdió el control y se salió de la vía, invadiendo el arcén en el que en en ese momento se encontraba la víctima. Charlaba tranquilamente con otro chófer que se encontraba en la cabina de su camión y no vio venir al turismo, que se lo llevó por delante. El testigo comprobó estupefacto como el hombre quedaba tendido en el suelo y el conductor se daba a la fuga. Enseguida llamó a emergencias para pedir ayuda, aportando información sobre la matrícula y el modelo del vehículo involucrado.
Pero para la víctima ya era tarde. Los sanitarios solo pudieron confirmar su muerte. Mientras, los agentes de la Guardia Civil seguían el rastro del presunto homicida, al que localizaron en su vivienda apenas una hora después. Al entrevistarse con él, se dieron cuenta enseguida de que se encontraba bajo los efectos del alcohol, una sospecha que el etilómetro no tardó en confirmar. Su tasa era de 1,67, cinco veces más que la máxima permitida por la legislación vial. Trató de justificarse asegurando que no se había dado cuenta de que había arrollado a una persona y afirmó que había bebido cuando ya estaba en su casa. Habrá que ver si en el juicio mantiene esta misma versión.