
El Concello de Ourense presumía hace unas semanas de una colaboración con Renfe para fomentar los desplazamientos desde Madrid coincidiendo con el entroido. Lo cierto es que la compañía tiene siempre programadas esas campañas de temporada y estos días, en su web, animaba a visitar los mejores destinos del carnaval y se fijaba en Ourense, Cádiz, Lérida y Badajoz. Y así, en cada época del año, sugiere diferentes destinos para fomentar la venta.
Se desconoce en qué consistió la colaboración del Concello de Ourense porque la falta de transparencia es una de las constantes de este gobierno. En todo caso, la nota de prensa que envió el Ayuntamiento —el mismo que no convoca a los medios de comunicación a ruedas de prensa y que presume de no atender a los periodistas ourensanos, pero que sigue remitiendo comunicados— especificaba que, con su apoyo, iban a ponerse a la venta algunos billetes a un precio de 30 euros para salir de Madrid a mediodía del sábado y para regresar a las 6.30 horas de este domingo. La verdad es que ese horario es toda una declaración de intenciones. ¿Es ese el turismo que necesita Ourense? ¿Qué partido le saca la ciudad (y los ciudadanos) a que equis personas vengan desde Madrid a hacer botellón durante el carnaval? ¿Qué riqueza dejan unos turistas de menos de 24 horas, que ni una habitación de hotel reservan ni un desayuno se pagan porque regresan a las seis y media de la mañana a su casa sin apenas haber pisado las calles? ¿Esa es la estrategia turística de la capital para aprovechar sus recursos? Pues qué bien.