La diócesis de Ourense despide a un sacerdote formador del Seminario, José Rodríguez, el primer profesor titulado de gallego y de francés

JOSÉ PÉREZ DOMÍNGUEZ

OURENSE CIUDAD

José Rodríguez Martínez.
José Rodríguez Martínez. cedida

Humilde y de talante alegre, prestó también servicios en la pastoral parroquial

06 ene 2025 . Actualizado a las 21:18 h.

Don José Rodríguez Martínez falleció el día 6 de enero del 2025 en la Casa Sacerdotal de Ourense a la edad de 92 años. El funeral tendrá lugar hoy, a las cuatro de la tarde, en la parroquia de Santa Eufemia del Centro.

Ordenado sacerdote en el año 1959, su primer destino, y yo diría que el definitivo, fue el de formador del Seminario Menor y profesor titulado de francés y gallego. Don José fue mi primer formador y profesor en el Seminario Menor en el año 1960.

Los recuerdos que tengo de él son entrañables. Un trato afable, cariñoso y muy cercano, algo esencial en los primeros años de internado, no fáciles al principio; alegre en trato y en la manera de saber llevar a los niños, nos transmitía ilusión en el aprendizaje de valores y contenidos académicos.

Levantarnos temprano, hacer las oraciones de la mañana, el desayuno y las declinaciones del latín (el rosa rosae…) ¡Cuánta añoranza y qué felices éramos caminando a su lado! Lo que hoy nos parece tan problemático, en aquel entonces lo disfrutábamos de contentos.

En estos últimos días recordaba una anécdota que me aconteció con él: era a finales de mayo, después del recreo de las tres de la tarde, con calor, sudor y cansancio; subimos al salón de estudios, nos sentamos para estudiar o repasar algún tema y me quedé dormido como una sopa. Silencioso se me acercó y me gritó: «¡Pérez Domínguez!» Pensé que se me venía el edificio encima. Me calmó y me dijo, sonriente: «Tranquilo, hace calor, ¿verdad?».

Pasado algún tiempo, como trece o catorce años, de vuelta de mis estudios en Roma, me encuentro de nuevo con don José, prefecto de disciplina de bachillerato, y yo, como director espiritual del mismo ciclo. ¡Cuántas cosas aprendí con él, cuántas cosas me aconsejaba a la hora de orientar a los alumnos de bachillerato! Y cómo me enseñó a tratar a los jóvenes desde la comprensión, el amor y la jovialidad. Y, cuando pensaba que todo me lo sabía y que todo lo tenía controlado, me corregía como amigo y me decía: «Eso nos ha pasado a todos». Fue para mí como un verdadero padre.

Don José fue el primer profesor titulado de francés y gallego en el Seminario Menor. Don José, con su condiscípulo don Orlando, viajaban a Francia para practicar la lengua gala. Ellos incorporaron la revista París Match a la biblioteca del Seminario para aficionar a los alumnos a leer la lengua de Víctor Hugo.

Colaboró muy estrechamente con don Perfecto Sulleiro a la hora de homologar los estudios del Seminario. Con su humildad y talante alegre, don José también prestó a la diócesis buenos servicios en pastoral parroquial.

Ya profesor externo del Seminario, después de quince años de internado, estuvo adscrito a la parroquia de la Santísima Trinidad, donde dirigía el coro parroquial, y fue párroco de San Miguel de Taboadela, de Santa María de Torá y de San Jorge de Touza.