Condenan a ocho años de cárcel a la mujer que mató, quemó y descuartizó en Cortegada a un amante que había conocido en un chat de citas
OURENSE CIUDAD
La sentencia contempla que la asesina, que ya lleva tres años en prisión, sea ingresada en un psiquiátrico penitenciario
08 nov 2024 . Actualizado a las 18:36 h.La mujer que en agosto del 2021 asesinó a un hombre con el que había mantenido una breve relación amorosa tras conocerlo en un chat de citas ha sido condenada a ocho años de cárcel por un delito de asesinato. Así lo ha establecido el magistrado de la Audiencia Provincial que presidió el tribunal del jurado encargado de juzgar este caso.
A pesar de que inicialmente se habían reclamado en este asunto penas de dieciocho años de privación de libertad, finalmente Cristina Rodríguez Veloso saldará sus cuentas con la justicia mucho antes de lo esperado, ya que para modular la pena se ha tenido en cuenta la situación mental que padece. En la vista la propia Fiscalía provincial había rebajado su propuesta, solicitando la pena que ahora se ha impuesto. Dado que se descuentan los tres años que lleva en prision preventiva, la condena quedará zanjada a finales del 2029.
Antes de la resolución, un jurado popular había encontrado a la acusada culpable del asesinato de José María Roldán, un viudo residente en Castelldefels (Barcelona), de 53 años, que conoció a Cristina en un chat de citas. Esto ocurrió a primeros de agosto del año 2021. Ambos se cayeron bien y tras varias semanas intercambiando mensajes, acordaron que él viajaría hasta Galicia para conocerla. Se compró un billete de avión, solo de ida, y llegó al aeropuerto de Peinador el 20 de agosto. Cristina lo fue a buscar en su coche y lo llevó hasta su vivienda de la aldea de Rabiño, en Cortegada.
Pero la convivencia no fue como ella esperaba y pronto llegaron las discusiones. A los dos días Cristina empezó a pedirle que se marchara e incluso le hizo un bizum cuando él le confesó que no tenía dinero para el billete. Pero rechazó dejarla. Le insistió a la joven de 26 años para que le diera una oportunidad y ella decidió matarlo. En la noche del 23 de agosto le suministró una bebida en la que había vertido grandes cantidades de un medicamento hipnótico y otro depresivo e hizo que se durmiera. Cuando ya estaba inconsciente, cogió un almohadón y lo asfixió hasta que dejó de respirar. La propia acusada lo admito en el juicio. «Le di unas pastillas y lo asfixié», relató de forma sucinta.
Luego puso en marcha un plan para deshacerse del cadáver. Lo sacó al jardín y plantó una hoguera, para quemarlo, pero una vecina le llamó la atención y tuvo que apagarla. En otra zona de su propiedad, alejada de las casas anexas, hizo un nuevo fuego y calcinó lo que quedaba, troceando luego con una pala los restos. Se salvó de las llamas un pie, que la asesina enterró bajo un olivo. Otras partes del cuerpo aparecieron dentro de bolsas de plástico, en las inmediaciones de la casa, y también se hallaron algunos restos en el embalse de Frieira.
En un centro adecuado
La sentencia recoge que la acusada sufre un trastorno de la personalidad y otro obsesivo compulsivo que afectaron a su modo de actuar, pero solo en lo relativo al asesinato y no en la posterior «manipulación y desaparición del cadáver». Así las cosas, se le imponen ocho años de cárcel, si bien se deja abierta la opción a que parte de ese tiempo lo pase en un centro de internamiento adecuado. Esto podría suponer su traslado a un centro psiquiátrico penitenciario, si bien se decidirá en ejecución de sentencia y con los informes forenses sobre la mesa. Cristina deberá someterse, a mayores, a dos años de libertad vigilada y tendrá que indemnizar a la madre y la hija de su víctima con 135.000 euros. En el juicio se informó que la acusada ha pagado 10.000 euros y parece complicado, dada su precaria situación económica, que pueda incrementar esa suma.