Mónica es una de los 511 celadores que trabajan en el área sanitaria de Ourense: «Somos o primeiro contacto do enfermo co sistema sanitario»

María Cobas Vázquez
m. cobas OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Mónica Ferreiro (a la izquierda de la imagen) con personal de laboratorio del CHUO.
Mónica Ferreiro (a la izquierda de la imagen) con personal de laboratorio del CHUO. SERGAS

La mayoría están en el CHUO, pero también forman parte de la plantilla de los hospitales comarcales y los centros de salud

06 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Son probablemente los que mejor conocen los hospitales y centros de salud, los que se saben los atajos y los lugares a evitar cuando hay mucha gente para llegar antes a su destino. Son un batallón en bata que suman un total de 511 trabajadores del Sergas en el área sanitaria de Ourense, Verín y Valdeorras. La mayoría tienen su puesto de trabajo en el CHUO, donde hay 400 celadores. Otros 53 están en el Hospital Comarcal de Valdeorras y 31 más en el de Verín. Un total de 27 personas trabajan en los centros de salud. De su coordinación se encarga Manuel Bolaño, jefe de personal subalterno.

Los celadores se encargan del traslado de pacientes y de las muestras, además de realizar otras funciones. Y eso es lo que les hace ser en muchos casos la persona que recibe al paciente. «Somos o primeiro contacto do enfermo co sistema sanitario», remarca Mónica Ferreiro, celadora en el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense. Mónica forma parte del 58 % de mujeres que ahora son mayoría en una profesión que décadas atrás estaba masculinizada, en buena medida porque su labor pasa también por ayudar en la movilización de pacientes que no pueden hacerlo por sí solos (aunque la dotación de medios mecánicos para este menester hace menos necesaria la fuerza, que puede suplirse con técnica).

Mónica lleva cuatro años trabajando en el CHUO. Logró su plaza en la primera convocatoria abierta a personas con discapacidad intelectual, con 30 vacantes en Galicia. Está feliz con su función. Tras una primera etapa en la sala de celadores la derivaron al laboratorio. Ella se encarga del traslado de muestran entre las nuevas instalaciones, ubicadas en el sótano, y el laboratorio de Hematología, situado en la segunda planta. «Paso a mañá de arriba para abaixo, pero gústame moito o que fago», cuenta.