El Festival Mundial de Ilusionismo llegó en su tercera edición al auditorio de la capital
06 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Muchos niños, acompañados de sus padres, pero también muchos aficionados a la magia —con más y menos años— que murmuraban cada vez que creían desentrañar un truco llenaron ayer, en dos sesiones, el auditorio de Ourense. El espacio cultural de la capital repetía como escenario del Festival Mundial de Ilusionismo que impulsa la Xunta y que dirigen los magos Pedro Bugarín y Dani Polo. En las butacas algunos se estrenaban y otros repetían, con toda la intención, ya que se trataba de la tercera edición y venía avalada por el éxito de las anteriores.
En relación a esa frase hecha que dice que el espectáculo debe continuar, los organizadores consideraron que también debe mejorar. Por eso ficharon para las galas que están recorriendo Galicia a profesionales que pueden llevar el apellido de «mejor del mundo».
El presentador, Murphy, hizo a los adultos el favor de no practicar el humor políticamente correcto. Y fue dando paso a los distintos participantes, que permitieron viajar a diferentes rincones del planeta. Kimoon Do, de Corea del Sur, ejerció de director de orquesta y a la magia que se le suponía de oficio le añadió la de la música clásica.
La argentina Lore Lavand llenó el auditorio de imaginación, sentimientos y arte. Emocionó a los mayores aunque les resultó demasiado profunda al público infantil. Retomaron el ritmo para los pequeños Manolo Costa y Mindanguillo, que venían de más cerca —desde Elche— y que pueden definirse como magos pero también como cómicos. Después llegó el turno del francés Erome Murat que dejó muchas bocas abiertas con su espectáculo de la estatua de dos cabezas. No obstante, está considerado el mejor mimo del mundo.
El encargado de cerrar también llegaba de Francia. Nestor Hato, especialista en manipulación, subió el ritmo para dejar al público con ganas de más.