«Creo que saber cocinar es un superpoder»

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE

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El ourensano Alfonso López, del blog culinario De Rechupete
El ourensano Alfonso López, del blog culinario De Rechupete Santi M. Amil

El ourensano Alfonso López cambió los trabajos de comercial por abrir un blog de cocina y hoy en día es el segundo más leído de España

06 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Alfonso López nació en Ourense en 1974 y los recuerdos más vívidos que tiene de su infancia son en la cocina del pueblo, en Viñoás (Nogueira de Ramuín), a las faldas de su abuela Lucrecia. «Ella fue quién me enseñó a cocinar», dice. Quería hacer Bellas Artes, pero acabó estudiando Ciencias Empresariales con Informática y Gestión. Poco a poco apostó por su pasión, que era poner a prueba recetas y documentar el resultado, y hoy en día es el director de uno de los blogs culinarios más leídos en España, Recetas de Rechupete

—¿Qué le llamaba más la atención, la idea de comunicar o de cocinar?

—Ninguna de las dos. Fue una casualidad. La realidad es que yo quería estudiar Bellas Artes pero la economía de mi casa no me permitía irme fuera de Ourense, así que me quedé. Cuando terminé la carrera empecé a empatar trabajos reguleros y me aburrí de ese tipo de vida, así que me fui a Santiago a estudiar ADE con un curso puente. Acabé trabajando de comercial vendiendo clips y grapas. Luego ascendí y me fui a Madrid. Pasé por el mundo de las empresas de trabajo temporal y hasta fui comercial de una marca que fabrica papel higiénico. Mi afición siempre ha sido cocinar porque lo tuve que hacer desde niño. Empecé con 9 años. Mi madre era modista, me dejaba preparadas algunas cosas y yo terminaba el plato. Poco a poco fui queriendo aprender más y así se fue forjando todo. 

—Entonces, ¿cómo surgió «Recetas de Rechupete»?

—Se podría decir que fue literalmente un regalo. Mi mujer, Jimena, es diseñadora web en una agencia de publicidad. En el año 2008 yo estaba empezando a meterme en el mundo de los blogs de cocina, que eran algo así como una especie de bitácoras. Llevábamos tanto tiempo juntos que ya nos habíamos regalado de todo y a ella se le ocurrió darme por Navidad el diseño de una plantilla web que acabó siendo Recetas de Rechupete. Los primeros platos que subía eran los que le hacía a Jimena para que se llevase en un táper al trabajo. A sus compañeras les encantaban y me pedían la receta. El blog fue la forma que encontré para hacérsela llegar. Los dos primeros años fueron de transición y el tercero llegó el bum, las visitas iban por miles y creciendo.

—El proyecto acaba de cumplir 15 años. ¿Qué le parece su evolución?

—Increíble. Ni mi propia mujer daba un duro por mí, porque fuese constante subiendo contenido, porque me canso muy rápido de todo. Pero esta vez seguí. Me dediqué todos los días a trabajar un poco en el blog. Tenía un empleo y cuando llegaba a casa, me ponía con esto, que es mucho más de lo que la gente cree. Lo que menos tiempo me llevaba era cocinar. Luego venía hacer las fotos, editarlas, redactar las recetas... Después de invertir muchísimo esfuerzo, el blog se fue posicionando y llegó un momento en el que había que dar el paso: o nos convertíamos en una empresa y un medio de verdad, con un modelo de negocio, o lo cerrábamos. En el 2013 dejé mi trabajo y me arriesgué a emprender con Recetas de Rechupete y hasta hoy, que el equipo está compuesto por doce personas, subimos tres contenidos diarios y tenemos una media de ocho millones de páginas vistas al mes. Todo ello sin perder la esencia del proyecto, que fue desde el principio darle a la gente recetas para que aprendiese a cocinar en casa. 

—¿Se dedica al blog a tiempo completo?

—Pues lo cierto es que ahora ya no. Tenemos otro sitio web que se llama Recetas para mi bebé, donde hemos cogido todos los conocimientos de Recetas de Rechupete y los hemos trasladado al mundo infantil. Es una idea que surgió cuando nació mi primer hijo, Xoel, pero al final él nos quitaba tanto tiempo que la pospusimos hasta hace unos años. Está muy bien posicionado, tiene un millón de páginas vistas al mes.

—¿Cómo es el día a día de un blog de cocina?

—Yo ahora lo dirijo, ya no cocino porque sería imposible, pero el trabajo es frenético. Hacer contenido para un blog empieza cuando recibes una receta y tienes que investigarla y ponerla a prueba. Hay que ir a comprar los ingredientes y luego cocinar tantas veces como sea necesario hasta que el resultado sea perfecto. Porque el éxito de Recetas de Rechupete es que los platos salen y eso es precisamente porque se hacen antes. Tienes que saber montar un trípode y manejar una cámara, grabar mientras cocinas y luego editarlo y montarlo todo. Por supuesto, hay que comerse lo preparado y limpiar la cocina. Y ya por último, mover el contenido en redes sociales. El tiempo invertido cambia si lo que hay que elaborar es una tortilla o un guiso de rabo de toro a baja temperatura durante seis horas.

—¿Cómo se les ocurren las recetas?

—Es un trabajo en equipo. No somos cocineros pero sí que todos somos cocinillas. A través de las redes sociales, de los medios de comunicación o del boca a boca vamos cogiendo ideas. Estamos al tanto de lo que se lleva, de lo que demanda la gente y de las preparaciones que están de moda. Hacemos reuniones semanales en las que se proponen recetas. De hecho hasta tenemos a una especialista en elaboraciones veganas, porque es importante llegar a todo el público.

—Y ahora que su pasión le ha dado como resultado una empresa, ¿sigue cocinando o ya no?

—Sin duda y, de hecho, es genial. He recuperado la posibilidad de comerme un plato que esté caliente porque no he tenido que fotografiarlo primero. Cocino para mi familia y para mis amigos, sean tres o veinte personas, me da igual. 

—¿En casa cocina siempre usted? 

—Sí, hay aficiones que no se contagian. Mi mujer tiene otros talentos, pero desde luego la cocina no. Ella calienta la leche en el micro de maravilla y también hace fideos chinos instantáneos. Yo, todo lo demás. 

—¿Es importante saber cocinar?

—Creo que saber cocinar es un superpoder. Es un muy buen talento que ayuda en muchos aspectos como organizarse o trabajar en equipo, además de que aprendes cómo comer bien y eso ayuda a estar sano. Pienso que cocinar facilita la autonomía porque si sabes hacerlo, no dependes de nadie. Por todo ello es algo que trato de inculcarles a mis hijos desde muy pequeños. Con Xoel, que tiene seis años, ya he empezado a trastear y pronto le tocará sumarse a Nuno. 

—¿Cuál es el plato que mejor le sale?

—Los arroces, tanto los secos como los caldosos, en todas sus formas. Me llaman la atención desde siempre así que hice varios cursos de cocina para especializarme en ellos.

—¿Y el que más le gusta a sus invitados?

—Cuando viene alguien a comer a casa, hace una petición de antemano. Cada semana me enamoro de un plato nuevo, que se convierte en la elaboración estrella del momento, y como no paro de cocinarlo, pues invito a todo el mundo a que lo pruebe. Lo voy repartiendo incluso con los vecinos del edificio. 

—Por último, ¿su comida favorita?

—Cualquier plato que sea de cuchara. Incluso cuando hago cocido gallego, lo convierto en un puchero. Aunque nunca digo que no a una empanada de zamburiñas y lo que más extraño de Galicia es el pan.