Se jubila tras una vida como médico de familia: «Sempre vin contento traballar e iso os pacientes nótano e agradéceno»

María Cobas Vázquez
m. cobas OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Gulín, en el centro, con parte de los compañeros del centro de salud de Valle Inclán en Ourense.
Gulín, en el centro, con parte de los compañeros del centro de salud de Valle Inclán en Ourense. SERGAS

Raimundo Gulín llevaba 33 años trabajando en el centro de salud de Valle-Inclán en Ourense, donde era también jefe de servicio

03 nov 2023 . Actualizado a las 18:04 h.

Parecía un viernes más en el centro de salud de Valle-Inclán en Ourense. Pero solo en apariencia. Raimundo Gulín (Ribadavia, 1956) acudía a su consulta como llevaba haciendo 33 años, aunque este sería su último día como trabajador en activo. Después de toda una vida como médico de familia (antes estuvo dos años en el centro de salud de A Ponte y previo a eso trabajó otros dos en Urgencias del Hospital de Lugo), Gulín, que era también el jefe de servicio, decidió colgar la bata. «Ao principio pensaba que igual seguía ata os 70; pero ao final foi unha decisión familiar. A miña muller e máis eu quixemos xubilarnos á vez», señala. Marcha con 67. Ella deja atrás décadas en la docencia como profesora de Matemáticas en un instituto. «Son dúas profesións de moita dedicación, ningún remataba a xornada ás tres da tarde», señala. Han apostado por disfrutar de su hijo y, sobre todo de sus dos nietos, y viajar. Dedicar a la familia y dedicarse el tiempo que no siempre han tenido.

Gulín reconoce que fue una mañana emocionante en el que los compañeros quisieron despedirle con un sonoro aplauso. Sabe que se va con su cariño y también con el de sus pacientes. Así se lo han hecho ver en estos últimos días a medida que se lo comentaba en la consulta. «Tiven a enorme fortuna de desenvolver toda a miña vida profesional como médico, que é algo que me apaixona», relata. Habla con devoción de la profesión y cita su secreto: «Eu sempre vin contento a traballar e iso os pacientes nótano e agradéceno». En realidad no es algo que tuviese guardado, sino todo lo contrario. Gulín se lo dijo a todos los residentes a los que formó. «Sempre lles dixen que tiveran ilusión polo que fan e que viñeran contentos, porque iso se transmite aos enfermos», cuenta.