«He llegado a estar tres noches sin dormir para atender la demanda de flores por Todos los Santos»
OURENSE CIUDAD
La buena acogida de la floristería FloryLipa ha obligado a su propietaria a cambiar el negocio a un local más amplio en el número 118 de la avenida de Zamora
25 oct 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Hace tres años que Filipa Novais Azevedo decidió abrir su negocio de floristería en la ciudad de As Burgas el mismo local en el que ella aprendió la profesión y trabajó durante años. «Decidí establecerme en el mismo bajo cuando un día pasé por delante y vi que había cerrado», cuenta. Así empezó a rodar FloryLipa en el número 122 de la avenida de Zamora de Ourense, pero las ideas de su creadora para ofrecer un servicio diferente a su clientela han tenido éxito y han provocado que aquel espacio se haya quedado pequeño para un negocio que no para de crecer. Así que la tienda se ha trasladado a un bajo más amplio en el número 118 de la misma avenida. «Quería quedarme en el barrio porque la gente me acogió tan bien, me abrazó tanto, que pienso que este es mi sitio. Nos sentimos parte del vecindario y de aquí no me mueve nadie», dice Filipa. El nuevo local les permite afrontar la próxima campaña de Todos los Santos con más comodidad. «Cuando empecé estaba yo sola pero este año ya somos cinco personas trabajando, así que espero que podamos descansar nuestras ocho horas en la camita por lo menos. Yo he llegado a estar tres días sin dormir para atender la demanda en Todos los Santos», apunta la propietaria de este establecimiento que desde el principio ha querido demostrar que su objetivo es facilitar las cosas a sus clientes. Siguiendo esa máxima hacen horario continuado. «Nosotros no cerramos a mediodía porque nos dimos cuenta que había una carencia. Lo decidimos así para adaptarnos a los horarios de mucha gente que no puede venir a media mañana o media tarde. Y sobre todo en invierno, cuando anochece tan pronto, se hace cuesta arriba tener que salir de casa para hacer una compra», matiza.
También ofrecen servicio a domicilio. Algo que, en estas fechas suele consistir muchas veces en llevar esas flores no a la casa del cliente, sino directamente a los cementerios donde tienen a sus difuntos. «Es algo que agradecen especialmente las personas mayores que suelen tener problemas de movilidad», matiza. Eso sí, recuerda que esos encargos deben realizarse con tres o cuatro días de margen para poder organizar el trabajo y realizarlo con garantías y a satisfacción del cliente. Son días en los que la plantilla se esfuerza para no defraudar. Y aún hay una tercera filosofía que marca el funcionamiento de FloryLipa: «Seguimos la máxima de que menos es más y eso nos permite adaptarnos a cualquier presupuesto jugando con el diseño para que luzca. Con pocos recursos florales se pueden hacer composiciones preciosas». Algo especialmente importante para estos tiempos en los que la crisis hace mella en todas las economías. «A nosotros nos gusta que cada composición sea personalizada y original, no hacer siempre lo mismo y con la misma forma. En nuestra esencia está ofrecer cosas originales y diferentes. Y eso que aplicamos todo el año vale también en estas fechas en la que se trabaja mucho para recordar a los que ya no están. Muchas veces nos llega gente diciendo que no le gustan los típicos centros de muerto con las mismas flores, colores y forma, y yo siempre le digo que a nosotros tampoco», resume Filipa.