50 años del Colegio Universitario de Ourense, germen del actual campus

M. Rodríguez OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Antiguo Colegio Universitario de Ourense, en la rúa Progreso, frente al jardín del Posío.
Antiguo Colegio Universitario de Ourense, en la rúa Progreso, frente al jardín del Posío. PILI PROL

Comenzó en 1973, con aulas en un edificio cedido por Caixa Ourense

27 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

50 años. Parece que fue ayer, pero el campus de Ourense, con su germen en el Colegio Universitario, cumple medio siglo de vida. En 1973 comenzaba a funcionar este centro con una comunidad educativa de 204 estudiantes, once profesores y tres administrativos. Arrancó como colegio dependiente de la Universidad de Santiago de Compostela, en el que se impartían los tres primeros cursos de las titulaciones de Química y Biología, Geografía e Historia y primero de Farmacia.

Hasta entonces, la única universidad que había en Galicia era la de Santiago de Compostela y en Ourense, tras el bachillerato, solo se podía seguir estudiando en la escuela de Magisterio. El historiador y catedrático emérito de la UVigo, Jesús de Juana, recuerda que el Colegio Universitario se creó en el marco de la Ley General de Educación de 1970 para «quebrar el monopolista privilegio educativo superior de las clases medias-altas y altas». Este colegio se puso en marcha a partir de un convenio que firmó la Universidad de Santiago con tres entidades: Caixa Ourense, Ayuntamiento y Diputación.

Las clases debían comenzar en octubre de 1973, pero el nuevo ministro de Educación del gobierno franquista de Carrero Blanco, Julio Rodríguez Martínez, decidió que el curso académico debería empezar con el año natural, en enero. Con los docentes contratados y los alumnos de primero matriculados, el primer director del colegio universitario, Francisco Guitián Ojea, catedrático de Edafología en la USC, tuvo la idea de aprovechar el tiempo haciendo un curso de introducción, recuerda Luis Romaní, catedrático de Física Aplicada, que fue el primer docente contratado por Guitián para el colegio ourensano. Aquel «calendario juliano» duró poco — en diciembre de 1973 asesinaron al presidente Carrero Blanco— y se volvió al curso académico septiembre-junio, con lo que aquel primer año solo hubo seis meses de clases en los primeros cursos, más el rodaje de la introducción previa improvisada por el director del colegio ourensano. Al siguiente año, se sumaron los estudios de Filosofía y Ciencias de la Educación, que daba acceso a las carreras de Psicología, Pedagogía y Filosofía. «Tuvo mucho éxito. Se matricularon muchos maestros para acceder al nivel universitario. Dio acceso a mucha gente», apunta Romaní.

El convenio entre las partes firmantes incluía la construcción de un edificio propio para el centro universitario. Se barajaba para ello la parcela de Mariñamansa que alberga el hospital Santa María Nai y el plazo máximo que se fijaba era de seis años para llevarlo a cabo. Mientras tanto, el colegio comenzó a funcionar en un edificio que Caixa Ourense acababa de construir enfrente del Jardín del Posío. Era un inmueble de ocho plantas en el que alumnos y profesores pasaron no seis, sino 16 años. Hasta 1989 no se produjo el traslado hasta el Edificio de Hierro, en el solar del antiguo hospital de As Lagoas, en el actual campus. «Teníamos que subir y bajar, las aulas eran pequeñas, había solo un teléfono para todos en la tercera planta, pero con ilusión y mucho entusiasmo echó a andar», recuerda Romaní.

En 1989 se elaboró un nuevo mapa educativo en Galicia, se segregaron servicios de la Universidad de Santiago y se crearon las de A Coruña y Vigo. La del sur se conformaba por los campus de Pontevedra, Ourense y el de la ciudad olívica. Desde entonces, el campus ourensano ha seguido evolucionando, añadiendo titulaciones, servicios y espacios. Actualmente, cuenta con nueve centros, 19 titulaciones de grado, 18 de máster y siete de doctorado. Alberga a 4.800 estudiantes, a 344 docentes, 137 investigadores y a 112 trabajadores de servicios.

«50 anos de historia representan un orgullo e unha ampla bagaxe que queremos celebrar. Temos un campus extraordinario, motor desta provincia, que é unha realidade grazas ao esforzo de moita xente e entidades», señala el vicerrector, Francisco Javier Rodríguez Rajo, vicerrector del campus de Ourense.

Luis Romaní: «Éramos muy próximos a los alumnos»

Luis Romaní recuerda cómo fueron los inicios de aquel Colegio Universitario de Ourense, germen del actual campus. Acababa de terminar el doctorado en Física en la Universidad de Santiago y fue el primer docente contratado por el profesor Guitián para incorporarse al centro ourensano. Eran once profesores. «Yo tenía 26 años, los demás 23,25, todos recién licenciados y doctorados», detalla. Romaní formó parte del equipo directivo que componían tres personas: él como secretario, Francisco Guitián como director y Manuel Albendea y Gómez de Aranda, catedrático de Filosofía, como subdirector. «No había nada. Se apuntaron muchos chicos ilusionados —era gratis— y gente mayor, pues teníamos grupos por la mañana y por la tarde para gente que trabajaba. En Química se matricularon siete u ocho trabajadores de Renfe, gente de más de 30 años, mayores que yo, que simultaneaban trabajo y estudios y fueron a curso por año y acabaron la carrera», continúa. «Éramos jóvenes y el trato con los alumnos era próximo, muy cercano», menciona. Hubo problemas de financiación, al ser intervenida Caixa Ourense por irregularidades y hubo que apretarse el cinturón. Los profesores, que tardaron en ver definido su estatus de funcionario, daban el doble de clases que en otros centros. «Investigación, ni soñar. No había un duro. Nos pasó factura en nuestras carreras científicas», recuerda. Guarda buen recuerdo y cree que fue bueno para los ourensanos y para la ciudad.