Uno de los templos de la cerveza en la ciudad cambia de ubicación y pasa del sótano en Concordia a plena calle Santo Domingo
05 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Son pocas las cervecerías cien por cien auténticas que quedan en Ourense. Una de las más especiales, y longevas, es O Moucho, que llevaba desde 1996 asentada en un bajo de la calle Concordia. Hasta ahora, todos los amantes de la buena cerveza que saciaban su sed y sus antojos en este local, lo hacían en un sótano, tras bajar unas estrechas escaleras que conducían al paraíso de las birras artesanales y de importación. El lugar lleva un mes cerrado, por una buena causa. Y es que Chicho Pérez, el ourensano que dio vida a O Moucho hace 27 años, se ha despedido del espacio en el que lo abrió. «Mudámonos a un local mellor, subimos á superficie e agora estamos na praza do Ferro», explica.
Desde este lunes, el templo ourensano de las cervezas estará al pie del cañón en su nueva ubicación. «Levabamos tempo sopesando a idea de cambiar de local porque ao final eramos un dos poucos que seguiamos traballando nun sótano. Tiña o seu encanto pero tamén varios inconvenientes así que cando nos atopamos con este local en aluguer non tivemos dúbidas», explica Chicho, que conoce a los propietarios de su nuevo espacio desde los años 70. «Eu crieime nun piso na praza do Ferro», confiesa.
La mudanza fue pesada y un poco nostálgica. «É incrible todo o que se pode acumular nun almacén en 27 anos», dice el hostelero. La superficie del nuevo local es la misma que la del anterior, pero ahora a mayores tiene terraza. En el número 3 de la calle Santo Domingo, los clientes podrán degustar las mismas cervezas que hasta ahora. El emblema de la casa es la ourensana Santocristo, pero además ofrecen un total de ocho cervezas diferentes de barril y tienen hasta setenta referencias en botellas y latas. «Traballamos con cervexerías pequenas, fábricas galegas e con varias etiquetas de importación», afirma Chicho. Para empapar esas birras en O Moucho proponen una pequeña selección de comida. «Temos tortilla, empanada, boliños de distintas cousas, salchichas estilo alemán, emparedados e minihamburguesas. Como novidade sacamos a burger do Ferro, que é grande», explica el ourensano. También hacen tablas de embutidos de León y queso de Arzúa.
Abren de ocho y media de la mañana a once de la noche. Salvo los fines de semana, que la hora de cierre se alarga un poco más para disfrutar de la noche. «Estamos cansos da mudanza pero tamén coa adrenalina suficiente para empezar. Temos moitísimas ganas de atoparnos con todos os clientes e amigos, que aquí teñen a súa casa», termina Chicho.