Mauro Puga estuvo de joven en una comunidad contemplativa
05 jun 2023 . Actualizado a las 16:31 h.El seminario mayor de Ourense albergó el viernes la ceremonia de ordenación del presbítero Mauro Puga Martínez, de 45 años, quien acoge esta etapa como sacerdote «con mucha ilusión y como una llamada del señor». El nuevo cura de la diócesis ourensana afirma que ya hace tiempo que tenía clara su vocación. «Hay que estar unos años en el seminario. Es un proceso de discernimiento. No se es sacerdote por un deseo ni por emoción, sino por la elección de Dios, que llama y uno puede responder o no», enfatiza.
Puga menciona que, de joven, con 19 o 20 años, formó parte de una comunidad religiosa de vida contemplativa. Aquella etapa duró tres años. «La vocación es siempre una elección de dios y con el paso del tiempo se va madurando», asegura el sacerdote. Después, durante casi 20 años, trabajó en la hostelería, como camarero y en residencias de mayores. «En esas etapas laborales anteriores no me gusta profundizar mucho porque soy tímido», excusa. Ahora se ha decantado por el sacerdocio diocesano y espera que el obispo le encomiende destino en alguna parroquia u otra función. «Estoy abierto a lo que el obispo me mande y a lo que la iglesia me pida. Un sacerdote promete obediencia a sus superiores y al obispo», añade Mauro.
Celebra con modestia su nueva condición: «A sacerdote no se llega por méritos propios ni por cualidades de uno mismo. La vocación sacerdotal es un llamado de Dios, que nos elige por su gracia».