Trece bomberos atendieron los avisos por la fuerte tormenta de Ourense

m. v. OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

El pabellón de Os Remedios tuvo que cerrar sus puertas y el centro comercial recuperó la actividad después de la inundación del lunes

30 may 2023 . Actualizado a las 18:23 h.

La tormenta que cayó pocos minutos después de las seis de la tarde del lunes en Ourense tuvo una intensidad «espectacular». Así describieron desde el cuerpo de bomberos cómo fue el aguacero, con mucho granizo y fuerte viento, que colapsó la capital y puso en jaque al servicio, obligando a movilizar a todos los medios disponibles en ese momento, tanto humanos como materiales. «Hubo un momento en el que ya dejamos de contar las llamadas que llegaban a la centralita; se atendían las emergencias sobre la marcha», explicaban este martes desde este servicio. Bajos o terrazas anegadas, sumideros que no podían asimilar tanta agua e inundaban calles y ramas o incluso árboles arrancados de cuajo por el fuerte aire mantuvieron a los bomberos trabajando durante toda la tarde y gran parte de la noche.

Este martes, además, durante toda la mañana siguieron dando respuesta a los avisos que no había sido posible atender el lunes. Algunos patios de viviendas y locales comerciales continuaban anegados y también fue necesario retirar tejas que se desprendieron de los edificios.

Trece bomberos estaban de turno cuando empezó a llover. Entre todos movilizaron cuatro vehículos para dar respuesta a las emergencias que iban surgiendo.

El centro comercial Ponte Vella, afectado por el agua, pudo abrir sus puertas con normalidad después de la inundación de diferentes zonas y en las calles del centro los servicios de limpieza se afanaban por retirar los restos de tierra y hojas que dejó tras de sí la intensa lluvia. Será necesario reparar algunas aceras reventadas. Las rampas mecánicas de Concordia, por otro lado, están inutilizadas.

Escenario complicado se vivió en el pabellón municipal de Os Remedios. El centro deportivo no pudo abrir sus puertas a los usuarios porque aún no había sido posible reparar todos los daños causados por la tormenta. La sala más afectada fue la de halterofilia. Según explicaba la gerente de las instalaciones, este espacio se encuentra en un sótano y el agua se coló hasta allí por una puerta de emergencia. «Entraba como si fuera un río», explicaba muy gráficamente Marta Míguez, que asegura que nunca había presenciado tantos estragos por una tormenta que motivó también que la entrada principal del edificio quedara inundada. La lluvia afectó a mayores al pabellón anexo, grada incluida, y quedó asimismo anegado el polideportivo de Oira.

«Esperamos poder abrir al público mañana, siempre que no llueva más», aseguraba Marta Míguez, que cuenta con que este miércoles el recinto deportivo recupere la normalidad.

También hubo problemas en instalaciones sanitarias a causa del aguacero. En la ciudad, los centros de salud de A Ponte y el Nóvoa Santos estuvieron afectados por pequeñas inundaciones o goteras considerables. En el de Bande hubo, asimismo, estas incidencias. Desde el Sergas destacaron que no se vio afectada la actividad asistencial gracias a la implicación de los servicios de mantenimiento del área sanitaria y de atención primaria. Fueron multitud las llamadas que tuvieron que atender por incidencias en solo una hora.