Caos de tráfico, inundaciones de negocios y bajos y ramas caídas fueron algunas de las incidencias
29 may 2023 . Actualizado a las 22:07 h.Una fuerte tormenta ha descargado esta tarde con fuerza en la ciudad de Ourense, dejando un reguero de incidencias. Poco después de las seis de la tarde se desató un vendaval con mucha lluvia y aparato eléctrico. También cayó granizo.
El aguacero causó inundaciones en bajos, garajes particulares y aparcamientos públicos. En la calle Celso Emilio Ferreiro, donde otra tormenta provocó un reventón el domingo, la situación se volvió todavía más complicada este lunes. En la zona estaba todavía la maquinaria trabajando en la reparación de la incidencia dominical cuando la nueva tormenta volvió a provocar un caos.
Desde el Concello de Ourense han informado de que las instalaciones deportivas del pabellón municipal de Os Remedios no abrirán mañana, martes, 30 de maio, «como consecuencia dos danos causados pola forte tormenta rexistrada esta tarde na cidade». El Concello acometerá los trabajos de reparación necesarios, rogando a los usuarios que disculpen las molestias.
En prácticamente toda la ciudad hubo problemas: negocios inundados en diferentes calles, el Puente Romano que parecía una piscina, arquetas que no daban abasto y ramas caídas en distintas calles. Uno de los árboles que se rompió por el vendaval estaba situado en la plaza Diana, en el barrio de Covadonga. Un vecino explicó que habían solicitado al Concello que cortase ese árbol, pero en lugar de eso lo podó dejando grandes ramas. Una de ellas se rompió esta tarde a causa de la tormenta, cayendo sobre la acera, aunque sin causar, afortunadamente, daños personales. El agua también entró en el centro comercial Ponte Vella. Otra de las zonas afectadas fue la fuente termal de As Burgas, con su acceso a rebosar de agua. En algunas calles céntricas de la ciudad, algunos negocios tuvieron que cerrar sus puertas al público antes de tiempo o trabajar a medio gas debido a los apagones.
Los bomberos estuvieron trabajando a destajo para contener las incidencias. Salieron cinco vehículos del parque de A Chavasqueira para trabajar en el corte de árboles dañados, en asegurar fachada en la que había peligros de desprendimientos y en aliviar con achiques de agua las zonas inundadas.
Pasadas las nueve de la noche, comenzó de nuevo la tormenta, con aparato eléctrico, aunque con lluvia más suave.
En A Valenzá también hubo problemas. Un vehículo quedó atrapado en una balsa de agua en la rotonda del Carrefour. Acudió Protección Civil de Barbadás y también se requirió la presencia de los bomberos del Polígono de San Cibrao. En el municipio aledaño a Ourense hubo anegamientos en algunas calles al levantarse las tapas de varias arquetas. Los servicios de emergencias tuvieron que intervenir en la retirada de ramas y árboles caídos, uno de ellos cerca del colegio Luis Vives.
En Celanova, también hubo tormenta, pero solo de lluvia y sin demasiados daños, apenas carreteras anegadas por la tromba de agua. En A Merca sí cayó algún árbol.
Este lunes las lluvias torrenciales se están produciendo principalmente en la provincia de Ourense. En Verín han caído unos 20 litros en menos de una hora y en la capital ourensana una tromba de agua ha provocado inundaciones en algunas calles de la ciudad. También está siendo un día de intensa actividad eléctrica, con más de 2.500 rayos que se han registrado en la mitad sur de la comunidad.
El origen de las tormentas de los últimos días ha sido la «pelota» de aire frío procedente de Escandinavia que alimentó la formación de una DANA que se situó al oeste de la comunidad gallega. «Esa DANA deixou un ambiente con aire frío en altura. Ademais en superficie seguimos a ter aire relativamente cálido e húmido, posto que nesta época do ano a radiación que chega do sol é alta e as plantas transpiran grandes cantidades de vapor de auga. A combinación destes dous factores é o que explica a inestabilidade», explica Damián Insua investigador en el Laboratorio de Extremos Hidroclimáticos de la Universidade de Gante.
La depresión aislada en niveles altos se encuentra actualmente sobre las Azores. «Esa ubicación fai que en altura, ao nivel da nube, o vento sexa tamén débil. Por este motivo as tormentas desprázanse moi lentamente e poden deixar acumulacións importantes en sitios concretos, como foi onte no caso de Santiago», añade Insua. Precisamente, otro de los efectos de la ausencia de viento es la formación de nieblas costeras en el litoral atlántico.
Durante los próximos días la configuración atmósferica no presentará grandes cambios. El anticiclón se encuentra al norte de la Península, pero la DANA sobre las Azores todavía seguirá permitiendo que haya aire frío en las capas altas. Esto quiere decir que serán unos días con más nieblas en la costa de A Coruña y Pontevedra y con tormentas que continuarán descargando con fuerza en el interior.
Este martes también hay avisos en el interior de A Coruña y Pontevedra, en el sur y la montaña de Lugo y en toda la provincia de Ourense entre las doce de la mañana y las nueve de la noche.
El miércoles se espera una situación prácticamente idéntica con nubes bajas cerca del mar y tormentas en el interior. Una configuración que se repetirá también el jueves y el viernes. La inestabilidad también aguantará durante el fin de semana. En cuanto a las temperaturas se mantendrán por encima de los 20 grados.
Afectados por el reventón de la calle Celso Emilio Ferreiro : «Era un desastre, parecía una playa»
A primera hora de la tarde del domingo los teléfonos móviles de los propietarios de varios comercios situados en el primer tramo de la calle Celso Emilio Ferreiro empezaron a sonar. La fuerte tormenta que estaba cayendo a esa hora sobre la ciudad había colapsado las tuberías de la calle y la fuerza del agua había reventado el asfalto de la calle, provocando inundaciones en varios negocios y algún portal. «Empezamos a llamarnos unos a otros para ver lo que pasaba y enseguida vinimos a mirar, esto era terrorífico», contaba este lunes Pablo Gregorio Abad, propietario de un centro de tatuajes situado en el número 9. El agua entró en su local por la puerta e inundó parte de la entrada, según explica Pablo, que cuenta que el personal de Protección Civil que acudió a la zona colocó unos tablones en la acera. Esto evitó males mayores pero el negocio no se librará de las consecuencias del incidente. «Ahora la calle está cortada, tenemos las excavadoras en la puerta y así no se puede trabajar porque es un peligro para todos», contaba el profesional, que, como muchos otros en la zona, aseguran que lo ocurrido el domingo se veía venir. «Cada vez que había tormenta o llovía fuerte se levantaban las tapas de las alcantarillas, pero hace unos meses sellaron una y por ahí fue por donde se levantó la calle», aseguró.
En el negocio de venta de telefonía y aparatos informáticos que regenta desde hace más de una década Aquilino Blanco las cosas fueron mucho peores. «Cuando llegué el local estaba totalmente inundado; el agua había entrado por la puerta pero también había salido por los baños; esto era un desastre, parecía una playa», contaba el afectado, que se hartó de achicar agua y aún seguía haciéndolo este lunes. Aún no ha cuantificado los daños, pero sabe que se le han estropeado varios ordenadores e impresoras.
«Lo que ha pasado es muy triste porque ya veníamos sufriendo situaciones similares dos o tres veces al año», reflexiona Aquilino, que recuerda que hace unos meses, tras otro aguacero, se anegó un garaje y los técnicos decidieron tapiar una de las arquetas. «Ha llovido más otras veces, pero cuando ocurría nosotros levantábamos las tapas de las alcantarillas para que el agua bajara; ahora no tenía por donde salir y acabó buscando sitio, porque lleva mucha presión», afirmaba este afectado.
En el café Tomi´s no hubo inundación pero su dueño, Antonio Villar, notaba mucho este lunes la ausencia de clientes en su negocio. La vía está cortada y se nota. «Esta parece una calle fantasma», aseguraba el particular, que coincide con el resto de comerciantes en que lo ocurrido era algo previsible. «Cada vez que llovía fuerte, sobre todo desde que construyeron la urbanización de La Milagrosa, saltaban las arquetas y se inundaba la calle, como si las tuberías no tuvieran capacidad para asimilar tanta agua», explicaba el comerciante. Ya el sábado se inundó esta misma zona con las fuertes lluvias que cayeron en la capital a primera hora de la tarde, pero lo que pasó el domingo fue mucho peor.
Un restaurante asiático que ya no tiene actividad también se vio perjudicado por las inundaciones, al igual que un escape room en el que se celebran habitualmente cumpleaños y otros eventos. Ese local permanecía cerrado al público este lunes. Todos los particulares afectados están ahora pendientes de si su seguro cubrirá los daños o si será el Concello de Ourense el que tendrá que afrontar el coste no solo de los desperfectos, sino también de los días de cierre que muchos de ellos tendrán que afrontar.
Tras el reventón del domingo la calle quedó cortada al tráfico y así permanecerá durante los próximos días. Desde el consistorio no han confirmado de momento cuánto durarán los trabajos de reparación que se ejecutarán en la zona.