Ourense despidió al fundador de la Confitería Miguel, uno de sus vecinos más dulces
OURENSE CIUDAD
Miguel Ávila Soto, que abrió la emblemática pastelería en 1973, falleció en su casa de Gustey este martes a los 85 años
24 may 2023 . Actualizado a las 19:45 h.La vida de Miguel Ávila Soto podría definirse como muy dulce. El pastelero, que fundó en 1973 uno de los negocios más emblemáticos de Ourense, la confitería Miguel, falleció este martes a los 85 años en su casa en Gustey (Coles). Lo hizo después de llevar casi dos décadas jubilado, aunque nunca del todo retirado, ya que nunca se desvinculó del negocio, que heredaron sus hijas, Pili y Olga, actuales propietarias de la pastelería en la calle Bedoya.
Para la mayoría, Miguel fue un ourensano de pro, de los que deja huella y sin duda lo hizo, con la peculiaridad de que no era de Ourense. Nació en Compostela en 1938 y ya desde niño se interesó por la artesanía de los dulces. A los 15 entró a aprender el oficio en la prestigiosa confitería Las Colonias de Santiago. Tras pasar por otros negocios del sector en la capital de Galicia se mudó a la ciudad de As Burgas y aquí trabajó diez años en la ya desaparecida Ramos, hasta que por fin, cuando aún no había cumplido los cuarenta y apoyado por su mujer, María Beiroa, a la que todos conocían como Pili, se lanzaron a abrir la Miguel en Bedoya. En el 81 montaron otra confitería en Chantada. Desde bien pequeñas sus hijas se criaron entre cremas, natas y masas hojaldradas. De ahí que ambas se hiciesen pasteleras y hoy se dediquen en cuerpo y alma al negocio familiar, que cuenta con otro local justo frente al Hospital de Ourense.
La confitería Miguel está cerrada estos días en señal de luto por la pérdida de su fundador y alma máter, Miguel Ávila. Fueron muchos quienes quisieron despedirlo y darle el último adiós en el funeral, que tuvo lugar este miércoles en Santo Domingo.