El covid le cambió la vida: descubrió que su vocación era hacer manicuras y ahora apenas tiene citas disponibles en Ourense

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE

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Mara, haciendo una de sus manicuras en Meiga Nails
Mara, haciendo una de sus manicuras en Meiga Nails Miguel Villar

Mara Da Silva abrió su centro, Meiga Nails, en Santa Teresita en el 2021, pocos meses después de descubrir que era su vocación

18 may 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Mara Da Silva es una ourensana de 26 años que descubrió su verdadera vocación gracias al covid. Cuando llegó la pandemia, trabajaba de limpiadora en el Hospital de Ourense y se contagió. «Vivía con mi chico y mis dos hijos, así que tuve que estar quince días encerrada en una habitación pequeñísima sin salir. No sabía que hacer y empecé a pintarme las uñas de las manos y de los pies con dibujitos muy currados porque me aburría muchísimo», recuerda. Mara mandaba las fotos al chat de WhatsApp que tenía con sus vecinos, que habían creado para estar en contacto a raíz del estado de alarma, y todos reaccionaban pidiéndole que se las pintase a ellos al salir del encierro por covid. Lo mismo le pasó con sus compañeras del hospital, con sus amigas, con sus familiares... «Se empezó a correr la voz así que me puse a hacer cursos para aprender y profesionalizarme al máximo. Luego me regalaron un máster y es que me encanta», admite. En septiembre del 2021 abrió su propio centro, Meiga Nails, y lo hizo en el lugar donde se crio y donde vive, en Santa Teresita. El negocio está situado al lado de la iglesia y la funeraria. «Aunque nosotras tenemos mucha vida», bromea. «Es increíble el apoyo que he recibido desde que abrí. La gente mayor se puso súpercontenta de que abriese aquí, porque al final el barrio se estaba muriendo, y tengo muchísimas clientas mayores», afirma. Las tiene de todas las edades y de todos los rincones. «La verdad es que vienen de Ourense y de otros municipios, como total aquí es muy fácil aparcar», admite. Sin duda, merece la pena ir hasta allí. Eso sí, lo mejor es llamar con antelación para pedir cita y asegurarse un hueco porque cada vez tiene menos horas libres. 

«Yo no tenía ni idea de que sabía dibujar, de que podía hacer esto. De hecho creo que si me pongo a hacerlo en un papel no soy capaz y sin embargo en las uñas me sale solo», admite. Habla del nail art, de las decoraciones que hace en las uñas a mano alzada, una de las cosas que más llaman la atención a sus clientas. Ha reproducido en ese pequeño espacio a Mickey Mouse, al Rey León, a Dumbo y a un montón de personajes más. Acaba de hacerse un curso de villanos de Disney y en septiembre hará otro de realismo. Aunque lleva en ella dos años, parece que Mara hubiese nacido para esta profesión. Sus diseños son meticulosos y brillantes. Es una manicurista que cuida cada detalle para que el resultado sea perfecto y dure hasta tres semanas en trabajos semipermanentes. Utiliza esmaltes de la mejor calidad, bases semiduras para proteger la uña, y los materiales o son desechables o están recién esterilizados para utilizar de nuevo con cada clienta. También sabe de tendencias en su campo. «Ya no se llevan las uñas extralargas ni las de gel. Ahora algunas clientas se ponen acrigel para conseguir el crecimiento de las suyas propias pero hasta un largo normal», cuenta Mara.

En Meiga Nails también tienen otros servicios estéticos como depilación, presoterapia y hasta masajes relajantes.