Niega que hurtara palés de pizarra en Valdeorras, pero lo firmó en una carta en alemán: «La traducción no reúne garantías»

M. Rodríguez OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Dos trabajadores de una empresa de Carballeda de Valdeorras fueron acusados por la empresa de haber robado el material, del que se benefició supuestamente un tercero al que juzgaron por receptación y blanqueo de capitales

16 may 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El presunto hurto y posterior venta de 16 palés de pizarra, que la empresa afectada valoró en más de 7.000 euros, sentó en el banquillo de los acusados del Juzgado de lo Penal 1 de Ourense a tres investigados. Dos de ellos (David P. L y Joaquín J.) eran trabajadores de la pizarrera cuando desaparecieron los palés y se les acusó del hurto. La Fiscalía les pide 18 meses de prisión. Ellos lo negaron. El tercer implicado, Gonzalo T., sería el receptor de los palés y el que se benefició, supuestamente, de su venta a terceros. Está acusado de receptación y blanqueo de capitales y le solicitan un año y diez meses de cárcel y una multa de 10.000 euros.

La desaparición de los palés se produjo en dos sábados del verano del 2021 en A Médua (Carballeda de Valdeorras), donde tenía su sede la empresa, que exportaba la pizarra a su matriz en Alemania. Eran días no laborables, explicó el gerente de la firma, aunque los acusados dijeron que sí trabajaban muchos sábados.

Las pruebas de cargo son las grabaciones de las cámaras de vigilancia, un correo electrónico de disculpa que el acusado David P. L. mandó a la empresa —aunque la defensa cuestionó la traducción al alemán hecha por el encargado español en una parte en la admitía el hurto— y testimonios. El abogado de los empleados aseguró que en la versión en español de esa carta el acusado pedía disculpas, por temor a perder su empleo, pero no reconocía ningún hurto. «La traducción no reúne garantías», dijo el letrado, cuestionando la interpretación del texto que hizo el gerente de la filial valdeorresa. Asegurá que firmó la traducción en alemán «bajo presión».

Un testigo reconoció que compró ocho palés a Gonzalo T. y que le pagó solo 2.000 euros. Cuatro los descubrió el gerente en la finca del testigo. Los otros cuatro ya los había colocado en tejados. Un transportista identificó al acusado de vender como el que le había contratado dos portes de «cuatro o cinco palés» en la empresa denunciante. Le pareció raro el encargo en sábado y por esa cantidad.