El drama de la residencia de discapacitados de Ourense: «Somos ciudadanos de segunda fila»

Fina Ulloa
fina Ulloa OURENSE / LA VOZ

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Javier Rodríguez, vicepresidente de Aspanas
Javier Rodríguez, vicepresidente de Aspanas MIGUEL VILLAR

La asociación Aspanas, que gestiona el centro, denuncia que tanto el Concello como la Xunta los ningunean

15 may 2023 . Actualizado a las 05:05 h.

En el centro residencial y ocupacional de Velle, que gestiona la asociación de familiares de personas con discapacidad intelectual Aspanas, aseguran que se sienten «completamente ignorados y ninguneados» tanto por el Concello de Ourense como por la Xunta. La instalación, que presta servicio a más de un centenar de usuarios, está ubicada en la zona de A Batundeira, a la que se accede por un estrecho vial que, hoy por hoy, es una sucesión continua de baches. «Esto es un peligro, además de tercermundista. Nuestras furgonetas están constantemente yendo y viniendo con gente y no es la primera vez que tenemos reventones de ruedas», relata el vicepresidente de la entidad. Javier Rodríguez González lamenta la falta de respuesta del Concello a sus intentos de que conozcan esta realidad. «Este alcalde nos ha ignorado desde el primer día, desde que entró. Se ve que para él somos ciudadanos de segunda fila», opina.

En la entidad aseguran que no han recibido aportación alguna de las arcas municipales desde que comenzó el mandato, pero matizan que peor les parece el silencio recibido como única respuesta a sus intentos por contactar con el responsable municipal. «Hemos remitido por lo menos cuatro invitaciones para que se acerque y conozca el centro y nuestra realidad. Sería una buena forma de que viera que no exageramos con lo de esta carretera, que es municipal y, por tanto, su responsabilidad. Si no quiere venir nos conformaríamos con que al menos nos reciba para que le expliquemos», razona Javier Rodríguez. En la asociación anuncian que están estudiando acciones de presión para explicar «la verdadera cara» de los políticos ahora que, con motivo de la campaña electoral, se esfuerzan en presumir de sus logros y de lo mucho que se preocupan por los ciudadanos.

Sin inversión

Además del ninguneo desde la consistorial ourensana, en Aspanas también apuntan hacia la Xunta y, más concretamente, a la Consellería de Política Social, a quien pertenece la instalación. En Aspanas miran con envidia hacia el ala izquierda del complejo, donde se ubica el centro de educación especial Miño. «Está aquí pegadito a nosotros pero pertenece a la Consellería de Educación y el año pasado le hicieron una reforma integral. Pero nuestra parte, que es donde acaban muchos de esos chicos cuando cumplen los 21 años, se esta cayendo a pedazos. No invierten ni un duro en mantenimiento, en una infraestructura que es de ellos», dice el vicepresidente de Aspanas.

En este edificio hay 35 plazas residenciales permanentes y otras 31 ocupadas de lunes a viernes. Las habitaciones están en la última planta, justo donde más se nota el deficiente aislamiento del inmueble. En invierno volvieron a tener que recoger con cubos el agua de las goteras. «Aquí llueve casi igual que fuera y nos dejamos un dineral en calefacción», lamentan. Ahora están preocupados por la subida de las temperaturas. «Lo de las noches tropicales aquí es habitual. Estamos desesperados porque tendremos de nuevo personas con golpes de calor. Se olvidan de que aquí vive gente», dice Javier Rodríguez. Desde Aspanas recuerdan que se presentaron a una convocatoria de la Xunta para destinar fondos europeos a construir o reformar centros de discapacitados y mayores. «No nos dieron ni un duro; mientras que algunos que ni siquiera están funcionando ni saben las plazas que van a tener sí lo obtuvieron», dicen.

Desde la Administración autonómica recuerdan que se trata de una convocatoria por concurrencia competitiva y que de las 83 peticiones recibidas, la comisión de valoración, integrada por técnicos independientes, seleccionó 10. «Esta foi unha das que non pasou o corte», matizan desde Política Social. Al margen de esa convocatoria, aseguran desde este departamento de la Xunta que «hai actuacións pendentes nesas instalación cedidas a Aspanas».

Por cierto que, con relación a ese concurso, desde la asociación Aspanas agradecen la colaboración de la Diputación, que se prestó a ser avalista de la parte del proyecto que debía sufragar la entidad. «Son los únicos que siempre nos responden. Si alguna reforma hemos podido hacer en todo este tiempo ha sido gracias a ellos y a fundaciones privadas como la ONCE, que también colaboran», asegura el vicepresidente de este colectivo ourensano.