El efecto del bono de 100 euros en el comercio de Ourense: «Es como si fuese Navidad de nuevo»

María Doallo Freire
maría doallo OURENSE

OURENSE CIUDAD

Parte del equipo de The Town
Parte del equipo de The Town MIGUEL VILLAR

Los negocios de la ciudad ven incrementadas las ventas en los primeros días de la campaña del Concello

14 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Se cumplen cinco días desde que comenzó a funcionar el bono comercio de Ourense y hasta el momento la campaña está resultando todo un éxito. La iniciativa consiste en el regalo de un vale de 100 euros a todos los vecinos empadronados en la capital ourensana, para gastar en negocios y hostelería local. Para afrontar este gasto, el Concello dispone de una partida de diez millones de euros y las bases establecen que las solicitudes se atenderán por orden de llegada hasta terminar el crédito, aunque desde el gobierno municipal defienden que no todas las personas con derecho a la ayuda —105.000 ourensanos— la solicitarán. En estos primeros días de la campaña, 62.000 vecinos se han descargado su vale de forma online y otros 2.000 lo han retirado en el Concello de manera presencial. Muchos de ellos han optado por gastárselo ya, aunque el plazo para hacerlo es hasta el 10 de mayo. «Es como si fuese Navidad de nuevo», dice Mariló González Castro, de La casa de las maletas, en la calle Concordia. «En nuestro sector, después de Semana Santa hay un parón y estos días tendrían que ser mucho más tranquilos, pero no. La gente viene como loca a por maletas de la mejor calidad», afirma.

«Está funcionando muy bien. Se nota muchísimo movimiento y la gente viene directamente a comprar cuando realmente abril suele ser un mes parado», explica Patricia Calviño, propietaria de la tienda de ropa The Town, en la calle Concordia de la ciudad. El bono puede usarse de forma íntegra en una sola compra o repartirse aplicando descuentos en varios productos y servicios. En el caso de Calviño está notando que los clientes se gastan los cien euros en su negocio. «Vienen buscando un capricho. Un pantalón Levi’s que querían desde hace tiempo y no se podían permitir y ahora al restarle el valor del bono se les queda genial de precio», dice. Ella y su equipo estiman que por The Town habrán pasado unas 700 personas para gastar su bono. Patricia Calviño, también ourensana, ya gastó el suyo, en unas gafas de sol en Óptica Diagonal, en la calle Juan XXIII. «En otro momento hubiese tenido que mirar mucho más para ajustar el precio, en esta ocasión me lancé a por las que más me gustaban. No me lo pensé», confiesa.

A la lista de negocios, en la que se incluyen librerías, tiendas de moda, calzado, complementos, alimentación, ferreterías y restaurantes, entre muchos otros, están adheridos 980 comercios de Ourense. En algunos establecimientos se forman colas, como en Sniker, en la calle del Paseo, o en la carnicería De Pueblo, en la rúa Reza. «Viene muchísima gente y toda la que paga con el bono comercio es nueva. Me parece que damos la sensación de ser un comercio gourmet o más caros que otros sitios, aunque la realidad es que no lo somos para nada, y es como que vienen con la compra prediseñada. Están utilizando el vale como un regalo culinario», dice Lois Alarcón, propietario de la carnicería conocida por su producción de variadas hamburguesas. El empresario dice estar encantado con la iniciativa. «Creo que esta semana habremos crecido en un 35 % solo por el bono. Es mucho y está muy bien. Es una manera muy buena de abrirnos la puerta hacia otro público», afirma. En su caso, gastará su vale en productos para su hijo, que tiene apenas cuatro meses de vida. «Creo que juntaremos el dinero de los tres y le compraremos el típico accesorio que no necesitamos pero que nos encantaría que tuviese», confiesa.

También notan el incremento de ventas en la ferretería El Hórreo, en Paz Nóvoa. «A verdade é que non agardabamos que funcionase así de ben e non para de entrar xente. Temos moito traballo», dice Alberto Rodríguez, trabajador del comercio. «Sobre todo veñen a por ferramentas e notamos que moitos son novos clientes, persoas que antes non tiñan pasado por aquí e veñen a pé feito», termina.

Carlos Álvarez y Charo Rodríguez
Carlos Álvarez y Charo Rodríguez MIGUEL VILLAR

El ourensano Pablo Nóvoa cogió su bono el primer día pero aún no se lo gastó. «Lo cogí para asegurarme los 100 euros pero todavía no sé ni en qué gastarlos. Creo que es una forma muy buena de impulsar los pequeños comercios, que cada vez hay menos y sufrieron mucho con la pandemia», dice. Mucho más rápido fue Fabio De Pazo, que se enteró el propio lunes de la campaña y no tardó ni un día en invertir su vale. «Fui de tiendas y me compré unas zapatillas que me hacían falta. Con lo que me sobró, me fui a la peluquería, así que me quedó redondo», admite. Menos suerte están teniendo el matrimonio formado por Charo Rodríguez y Carlos Álvarez, que llevan toda la semana tratando de descargarse su bono sin conseguirlo. «Vamos a ir al Concello para intentar hacerlo de forma presencial», dice ella.

En el centro comercial Ponte Vella ha crecido significativamente la afluencia de clientes esta semana. «La verdad es que estamos notando el bono desde el primer día. Ya el lunes por la tarde nos dimos cuenta. Se ve que la gente está dentro de los comercios. En algunos establecimientos se forman colas y hay mucho movimiento en todas las instalaciones: en el párking, las escaleras, los restaurantes...», dice Óscar Sánchez, director de márketing de Ponte Vella.