¿Conoces al ourensano que jugará el mundial de footgolf?

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Róber López, en un golpeo de aproximación
Róber López, en un golpeo de aproximación CEDIDA

Róber López fue seleccionado para el combinado español que viajará a Orlando, después de poco más de tres años de su primer partido

05 feb 2023 . Actualizado a las 10:42 h.

Roberto López Nogueiras (Ourense, 1991) jugó por primera vez al footgolf a finales del pasado 2019. Fue segundo en una de las clasificaciones parciales y se llevó a casa un lote de quesos. Tres años más tarde, se ejercita para formar parte de la selección española de ese novedoso deporte, en el Campeonato del Mundo que se disputará la próxima primavera en Orlando, a un tiro de piedra del mismísimo reino mágico de Disney.

«Llegué al footgolf por medio de Víctor Rodríguez, quien me invitó a probar en el campo del Pazo da Touza, en una jornada que apadrinaba el exdeportivista Donato. Vi que en Pontevedra había más nivel porque llevaban tiempo practicándolo, pero me animé al ver que se me daba bien y también comenzamos a jugar en el Pitch & Putt la capital ourensana y resultó todo más sencillo», aclara el propio Róber, un apasionado del fútbol que militó en las categorías inferiores del desaparecido Ourense, desde prebenjamines a juveniles: «Después me pasé al fútbol sala en el Coinasa, Vista Hermosa y Os Carrís. Pensé que había terminado ahí mi trayectoria deportiva, pero poco más tarde encontré esta nueva modalidad».

Según sus propias palabras, «esa mezcla de fútbol y golf necesita también buenas dosis de concentración, no solo es tener buen toque de balón, hay que enfrentarse a la dificultad de cada golpeo». López Nogueiras recurre también a los datos técnicos en su explicación: «Se juega con un balón de reglamento de talla cinco y se trata de embocarlo en un agujero de 53 centímetros de diámetro, en un total de 18 hoyos, con los menos golpes posibles».

Comenzó para este empleado en unos salones recreativos en Ponte Vella un aprendizaje tan vertiginoso como triunfal. Al tratarse de una práctica novedosa en España, sus patrocinadores son escasos y muchos de los gastos para desplazamientos y material son costeados por los propios participantes. En el caso del ourensano, un grupo de amigos facilitó que se aficionara cada vez más: «Empezamos jugando torneos locales, pero hay que tener en cuenta que solo se reparten premios en metálico en las competiciones internacionales. A nosotros nos vino bien que éramos dos o tres que competíamos por aquí a menudo y los viajes nos salían mejor. Participamos en nuestras primeras pruebas del calendario nacional, con el Open de España (ese año en Cádiz) y en otras etapas en Tenerife y Calatayud. En Canarias, por ejemplo aproveché para ir con mi novia y disfrutar también de unos días de vacaciones».

Los resultados de Róber fueron mejorando de modo constante. Tras el primer título provincial llegó una tercera plaza autonómica y también logró formar parte del Equipo Gallego, que comenzó a brillar en el panorama estatal, encaramándose a un meritorio subcampeonato de la Copa Ibérica, con primeras figuras de España y Portugal.

«A la vista de esta progresión, me fijé el desafío de conseguir una plaza para el Campeonato del Mundo, pero para eso tuve que hacer un esfuerzo y participar en la mayoría de las pruebas del calendario nacional. Son 12 y puntúan los 7 mejores resultados», explica el ourensano, que al final se ganó una de las elecciones de los técnicos Iván Godoy y Luis Martínez: «Había varias vías para llegar a Orlando y mis actuaciones en las etapas del nacional tuvieron premio. Acudiré junto a varios jugadores de Pontevedra, incluido Noé Cortiñas, que es todo un jugador top mundial, como ha demostrado en las últimas temporadas».

Róber López se entrena a fondo, con la meta de llegar en el mejor estado físico y mental posible a la competición intercontinental (27 de mayo al 6 de junio), en el Evermore Resort: «Me saldrá bastante caro, unos 3.000 euros, y prácticamente no contaremos con ayudas. Antes iré al torneo de marzo en Valdecañas (Extremadura), donde hay algunos incentivos en dinero, pero sobre todo para contrastar nuestro nivel. En el mundial seremos unos 750 deportistas de 35 países y yo intentaré pasar el corte de los tres primeros días y colarme entre los 100 mejores». Un novato en la élite de un deporte nuevo. Mucho que ganar por delante.