Las acusaciones quieren que el hombre que mató a puñaladas a una joven de 22 años e hirió a su novio en Ourense sea juzgado por asesinato

Marta Vázquez Fernández
Marta Vázquez OURENSE

OURENSE CIUDAD

Imagen de archivo de uno de los registros en la vivienda donde tuvo lugar el crimen de Velle, en Ourense
Imagen de archivo de uno de los registros en la vivienda donde tuvo lugar el crimen de Velle, en Ourense Santi M. Amil

El juez del caso debe decidir si el sospechoso, en prisión desde febrero del 2021, sigue privado de libertad hasta que se celebre el juicio

03 feb 2023 . Actualizado a las 08:31 h.

La investigación por el crimen de Velle, un terrible suceso que en febrero del 2021 se saldó en Ourense con la muerte a puñaladas de una joven de 22 años y su novio herido grave, sigue quemando etapas. Este jueves se celebró en el Juzgado de Instrucción 2 de la capital de As Burgas una comparecencia en la que las partes personadas pusieron sobre la mesa su visión sobre los hechos. Como era de esperar, se trata de posiciones antagónicas.

Así, tanto la Fiscalía de Ourense como las dos acusaciones particulares, una la ejerce el superviviente y otra la familia de la fallecida, comunicaron al juez que imputarán al sospechoso dos delitos de asesinato, uno de ellos en grado de tentativa. Las partes quieren, por tanto, que Diego R. T., arrestado apenas unas horas después de los hechos, se siente ante un tribunal del jurado para responder por estos cargos. Por su parte, la defensa solicitó el sobreseimiento de la causa, alegando que su cliente es inimputable debido a sus problemas psiquiátricos y su discapacidad, del 69 %.

A punto de cumplirse dos años del crimen, es momento también de decidir si se prorroga o no la prisión preventiva al sospechoso. De nuevo, las partes expusieron al juez proposiciones divergentes. Las acusaciones reclamaron que el presunto asesino siga en prisión hasta el día del juicio, mientras que la defensa propuso su puesta en libertad, argumentando que se trata de un enfermo mental y que la cárcel no es el lugar en el que debe estar. En unos días el magistrado Luis Doval se pronunciará sobre esto.

Pero de momento no parece que la instrucción del caso esté lista para cerrarse y ser enviada a la sección segunda de la Audiencia Provincial, tribunal en el que se celebrará el juicio. Así, durante la comparecencia la abogada del sospechoso solicitó que se programen nuevas declaraciones y se aporte más documentación al caso.

El Sergas, ¿responsable civil?

Además, está por ver qué ocurre con una petición realizada hace unos meses por las acusaciones particulares. Ambas partes creen que el Sergas debe ser citado como responsable civil subsidiario, al considerar que al sospechoso no se le hizo un seguimiento médico adecuado a pesar de que había sufrido episodios de esquizofrenia en el pasado y de que había estado bajo seguimiento facultativo. En el momento de los hechos, al parecer, llevaba ya varios meses sin pasar revisiones y sin tomar medicación. Primero el juez instructor y luego la Audiencia rechazaron esta petición cuando la presentó el abogado de la joven muerta, pero hace algunas semanas la letrada del superviviente también lo solicitó, por lo que habrá que ver qué ocurre con este asunto.

En la comparecencia celebrada este jueves estuvo presente el acusado, aunque no fue trasladado al juzgado desde la prisión de Pereiro de Aguiar, sino que se conectó a través de una videoconferencia. No pronunció ni una sola palabra. Diego R. T., de 38 años, nunca ha reconocido los hechos.

Salió de casa con un cuchillo

El terrible suceso tuvo lugar en la madrugada del 19 de febrero del 2021 en el lugar de A Batundeira, en la parroquia ourensana de Velle. El acusado salió con un cuchillo de su casa y se acercó hasta la de su primo. Después de golpear la puerta en varias ocasiones logró que este le abriese, atacándolo con el arma blanca primero a él y luego a su novia. Cuando llegaron los agentes de Policía Nacional la joven yacía muerta, pero su pareja pudo sobrevivir a pesar de las graves heridas que sufrió. Su testimonio, que aportó en el juzgado cuatro meses después de los hechos, ha sido clave para conocer cómo ocurrieron y señalar al sospechoso.

Así, explicó ante el juez que él y su pareja estaban durmiendo cuando escucharon la voz de Diego, vecino y primo del chico. «Abre, abre», gritó desde el otro lado de la puerta el sospechoso, sin tocar el timbre ni llamar. Este comportamiento no los alertó porque había buena relación entre ellos y pensaron que quizás había pasado algo con el coche de Álvaro, que solía quedar aparcado en el exterior de la casa, una zona con pendiente en la que alguna vez el vehículo se había ido cuesta abajo. Nada más ver a su primo este le atacó con un cuchillo que ni siquiera le había dado tiempo a ver. No le dio opción alguna a defenderse. Al grito de «os voy a matar» hundió el arma blanca en el abdomen de Álvaro, que cayó al suelo. Antes de desvanecerse escuchó a su novia gritar al asesino: «Déjalo, que ya lo mataste». Durante algunos minutos Álvaro perdió la consciencia, pero la recuperó para llamar a su padre y pedir auxilio. Fue el progenitor quien avisó a la Policía y pidió asistencia sanitaria.

El chico recordó en aquella comparecencia haber visto a su padre entrar en la casa y también que antes de desvanecerse señaló al autor del macabro crimen. «Diego, el vecino», dijo en varias ocasiones a los agentes que se personaron en la vivienda de Velle y que minutos después arrestaban al sospechoso en su casa. Tenía restos de sangre en los brazos. Aparecieron en el domicilio prendas ensangrentadas y también se incautó el cuchillo, del que el atacante se habría deshecho tirándolo a una finca.

Otra de las claves de este caso es el estado mental en el que se encontraba el presunto asesino. Horas después del incidente el propio comisario de Policía, Juan Carlos Blázquez, aseguró que se encontraba en estado «catatónico», si bien los expertos del Imelga que lo evaluaron concluyeron que es apto para sentarse ante un tribunal e incluso no descartaron que pudiese haber actuado con planificación.