La magistrada pide refuerzos para el juzgado de violencia contra la mujer de Ourense ante el incremento de casos

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La magistrada Eva Armesto recibió una condecoración en los actos del día de la Policía en octubre del 2022
La magistrada Eva Armesto recibió una condecoración en los actos del día de la Policía en octubre del 2022 Miguel Villar

Eva Armesto advierte sobre la «dedicación especial» que requieren los casos de agresiones machistas, que ella compagina con la investigación de crímenes y otros delitos

02 feb 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Al contrario que en otras ciudades gallegas, en Ourense no hay un juzgado exclusivo para los asuntos derivados de la violencia contra la mujer. La sede de Instrucción Número 3 de la capital es la que se ocupa de este tipo de casos, un trabajo que compagina con el resto de causas penales que entran a diario, pero la situación es cada vez más compleja en las oficinas. En los últimos tiempos el juzgado ha visto como se han multiplicado los asuntos y la situación es ya tan complicada que la magistrada titular, Eva Armesto, ha pedido a la Xunta y al Tribunal Superior de Xustiza (TSXG) un refuerzo de personal para evitar el colapso. Para justificarlo, la togada ha realizado un informe en el que da cuenta de cómo ha sido la evolución de la carga de trabajo, con cifras que demuestran su incremento. «Las cifras solo de asuntos de violencia sobre la mujer son muy superiores en Ourense a los de otros partidos judiciales», señala el escrito, que confirma que al cierre del ejercicio del 2022 habían sido 1.100 los casos de violencia contra la mujer que se habían tramitado en la sede. Se trata de un dato superior a la que se maneja en ciudades como Pontevedra, Lugo o Ferrol.

En lo que se refiere al ámbito penal, la magistrada recuerda que su juzgado viene asumiendo la instrucción de todo tipo de delitos, al igual que las otras dos salas, con una guardia cada tres semanas. «Las exenciones derivadas de la asunción de la violencia de género son mínimas y no compensan el exceso de la carga de trabajo», señala el informe, en el que también se pone el foco sobre el incremento de competencias que han venido sumando los juzgados de violencia.

«La atención a las víctimas de violencia de género exige una dedicación especial y un trato más singularizado que conlleva una atención más allá de lo estrictamente profesional y que es prestada por la totalidad de la plantilla judicial», señala Armesto, que en estos tiempos ha tenido que compaginar su trabajo en casos de agresiones a mujeres con temas tan complejos como la investigación por la muerte de un agente en la comisaría o el presunto homicidio de la joven Nerea Añel. Así las cosas, cree que es necesario un refuerzo para seguir prestando servicio a los ciudadanos en las mejores condiciones.