Cierra Carvajal, el comercio que llevaba más de noventa años vendiendo camisas en Ourense

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE

OURENSE CIUDAD

Miguel Villar

Un grupo de amigos y familiares se acercaron este lunes al local para sorprender a su propietario y despedir la aventura comercial junto a él

30 ene 2023 . Actualizado a las 21:45 h.

Fernando Carvajal Mosquera se quedó perplejo este lunes cuando, a pocos minutos de terminar la jornada de mañana en su local, vio entrar por la puerta a medio centenar de amigos y familiares. Con los ojos muy abiertos y el gesto casi congelado les dejó pasar al que lleva siendo su negocio desde hace 44 años. Apenas podía hablar. El motivo de la sorpresa de toda su gente fue precisamente el cierre de la Camisería Carvajal. Y es que Fernando ha decidido echar el cierre a uno de los establecimiento más míticos de Ourense situado en la rúa da Paz. «Queremos mostrarle nuestro apoyo y cariño, como hace él con nosotros», decía su hermano Víctor justo antes de entrar. «Estamos orgullosos de él. Se merece esto y más porque es una persona muy generosa, que siempre está ahí», añadía otra hermana, María Emilia. «No sé ni qué decir. Pienso que no merezco nada de esto. Estoy en shock», contestaba el comerciante como podía. 

La historia de la Camisería Carvajal es familiar y larga, con más de noventa años de trayectoria en Ourense. La abrió Daniel Carvajal Lobato en 1931. Era el tío de Fernando. «Le sacaba más de veinte años a nuestro padre, que siempre nos recordaba su infancia entre botones y tijeretazos, haciendo camisas a medida, y de hecho cuando creció decidió abrir su propio establecimiento de camisas. Lo tenía en unas galerías comerciales en la calle del Paseo, pero al morir su hermano se hizo cargo de la Camisería Carvajal en la rúa da Paz, a mediados de los setenta, para continuar el legado», explicaba María Emilia. Pocos años después, en 1978 se sumó a la aventura un joven Fernando. «Somos once hermanos y solo él tuvo claro que quería seguir con la camisería, ya desde el instituto lo sabía», añade su hermana María Emilia. 44 años después Fernando dice adiós. «La venta dista mucho de lo que era antiguamente. Antes desde las 8.30 horas ya estábamos funcionando pero ahora ni en Navidad ni en verano se trabaja igual. Las rebajas están acabando con los comercios y la verdad es que a mí me queda muy poquito para jubilarme así que decidí parar», admitía el protagonista del día.

Los asistentes disfrazaron a Fernando y, por supuesto, brindaron con él
Los asistentes disfrazaron a Fernando y, por supuesto, brindaron con él Miguel Villar

Entre los que se acercaron a sorprender al comerciante, con disfraz y champán incluido, estaban algunos de sus hermanos, sobrinos, primas y muchos de los amigos que Fernando tiene dentro del deporte, un mundo en el que destaca en distintas disciplinas. Le encantan la natación, el piragüismo, el ciclismo y hasta tiene en su palmarés el haber terminado un ironman. «No me llegan las horas del día para todo lo que quiero hacer», decía. Eso es lo bueno de cerrar pero sin duda bajar la persiana también le provoca a este comerciante un nudo en la garganta. «Son demasiados años aquí. Le tengo mucho cariño a este lugar», confesaba. «La vida son ciclos y esto es lo que toca ahora. La gente hoy ya no viste igual que antes ni tampoco somos los mismos en general. Todo cambió, no sé si para bien o para mal», resumía. Y eso que las camisas de Carvajal se adaptaron a los tiempos con unos precios competitivos que iban desde los 20 a los 50 euros. «Aún así hay sitios en los que se pueden comprar por 5 euros y entonces es imposible», admitía Fernando. 

Eso sí, ya hay futuro para el local de Carvajal y también relacionado con el mundo de la moda. «En principio va a continuar y a partir de marzo arrancará aquí un negocio de confección de hombre y también de mujer. Los dueños del local están negociando con la marca», terminaba Fernando.