El nuevo bar Cortés regresa sin perder su esencia y con un toque portugués

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE

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Daniela y María posan junto a un plato de picado
Daniela y María posan junto a un plato de picado Miguel Villar

El matrimonio formado por Daniela Ramirez y María Jardín se pone al frente de este negocio de hostelería de los vinos de Ourense

27 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Daniela Ramírez y María Jardín son el claro ejemplo de que a veces parece que el destino está escrito. Estas dos venezolanas recién casadas se ponen desde hoy al frente del bar Cortés, en la calle Lepanto de los vinos de Ourense. No se conocieron en la ciudad. Ni tampoco en Venezuela. Los padres de ambas son portugueses y emigraron al país de las arepas para buscarse un futuro mejor. Allí tuvieron a sus hijas y luego retornaron con ellas a su país de origen. Un día de abril del 2019, en Madeira y casi por casualidad, un amigo común presentó a Daniela y María, de 26 y 22 años. Desde entonces solo la pandemia ha conseguido separarlas por un tiempo. «Me vine a Ourense para buscar trabajo y luego se iba a venir Dani pero pilló todo el problema del covid de por medio y entonces tuvimos que estar un tiempo sin vernos», cuenta María. «En cuanto pude me reuní con ella aquí y en septiembre por fin nos casamos», afirma Daniela. Ella es cocinera, de hecho llevaba desde que llegó trabajando en A Casa do Pulpo. «Aprendí muchísimo sobre la gastronomía tradicional, la preparación del marisco y también a trabajar bajo presión. Son un equipo genial», dice. Su mujer, María, es camarera, un trabajo que ha desarrollado en locales como el bar Miguel. «Pensé que estábamos acostumbradas a darlo todo por un negocio que no era el nuestro así que con más motivo íbamos a hacerlo si sí lo era», explica. Por eso en cuanto surgió la oportunidad de coger el Cortés ni lo dudaron. «Esto es gracias al apoyo de mi tío, que está confiando muchísimo en nosotras», admite María. Aunque le han dado un pequeño lavado de cara al local, la esencia del mismo está intacta. «De la carta no se van a mover sus clásicos como el pulpo, las zamburiñas o los torreznos», confirma Daniela. Pero llegan nuevos platos, típicos de la cocina portuguesa. «Entre ellos está el picado, un plato de carne de ternera troceada y salteada con champiñones, aceitunas y una salsa especial de la casa; o el prego, que es una especie de montado en pan rústico», termina.