Cierra el Trampitán de Ourense: «Cuando una puerta se cierra, no se abre una ventana, sino un portalón»

OURENSE CIUDAD

Mariano González, en la barra del Trampitán
Mariano González, en la barra del Trampitán Miguel Villar

El emblemático bar de la plaza Mayor bajará la persiana a finales de este mes

19 ene 2023 . Actualizado a las 08:47 h.

Mariano González y Nacho Hermida son dos socios y amigos que empezaron una aventura de la mano. Tomaron las riendas del conocido Bar Trampitán, situado en los soportales de la Plaza Mayor de Ourense. El día 31 de este mes, ocho años y diez meses después de iniciar su proyecto, dirán adiós. «El cierre es por causas totalmente ajenas a nosotros, teníamos que renovar el contrato de alquiler, pero los dueños no quisieron, aunque ya le ofrecimos hasta más dinero», confiesa. Hace tan sólo dos días que les dieron la noticia de que tendrían que abandonar el bajo en menos de dos semanas y buscar otro rumbo. «A nosotros no nos dieron ningún motivo, durante dos o tres meses estuvimos hablando y cambiaron varias veces de idea, pero finalmente tenemos que irnos. Lo que nacerá después aquí ya se verá», añade.

Este duro golpe no hará que Mariano tire la toalla. Lo tiene muy claro: «Tengo una idea en mente de otro negocio relacionado con la hostelería, pero con un estilo diferente, algo con encanto. Igual abro algo donde se puedan a hacer conciertos, conferencias, presentaciones, etcétera. A mí me gustan los fregaos y seguiré apostando por esto», desvela. A partir de ahora empezará a buscar local para estar el menos tiempo posible parado y, si puede, no dudará en contratar al personal que ya tenía trabajando en el Trampitán.

Para los clientes también ha sido una noticia muy triste e inesperada, pues desde que los propietarios compraron el negocio, ellos son los que más tiempo lo han tenido funcionando. «Hay gente a la que incluso le da más pena que a mí. Desde que lo anunciamos en redes recibí muchísimos wasaps, llamadas y mensajes, algo que agradezco mucho. Yo he decidido tomarlo con optimismo aunque duela. Creo que siempre que llega un cambio es para mejor y que cuando una puerta se cierra, no se abre una ventana, sino un portalón», concluye de forma positiva.