«Valentina era una maravilla, entregaba su corazón a todos», afirma un vecino de una de las dos fallecidas en un incendio en Ourense

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«Nos aporrearon la puerta para avisarnos de que teníamos que salir», asegura uno de los vecinos del edificio de la calle Manuel Lago, en el barrio de Covadonga de la capital. El fuego se originó a primera hora de este sábado

17 mar 2023 . Actualizado a las 21:42 h.

Trágica mañana de sábado en el barrio ourensano de Covadonga. Una llamada de varios particulares al servicio de Emergencias del 112 alertaba a las 7.30 horas de un incendio que era visible desde el exterior en el número 3 de la calle Manuel Lago de este barrio ourensano. Los Bomberos de Ourense se desplazaron de inmediato, al igual que el resto de servicios de emergencias, pero debido a la gravedad del suceso no pudieron nada más que certificar el fallecimiento de dos personas que residían en la vivienda. Se trata dos mujeres de 71 y 50 años de edad.

Valentina C.D., de 71 años, de origen dominicano y con doble nacionalidad española y venezolana, llevaba unos 20 años residiendo en España y unos seis en la vivienda siniestrada. La otra fallecida, E. M. C., de 50 años, era de Brasil, estaba de visita y se encontraba desde hacía unas semanas con ella en Ourense en el piso 3º G, donde esta mañana se inició el incendio que acabaría con la vida de ambas. La inquilina fallecida era una mujer muy apreciada por sus vecinos, que creían que era mucho más joven. «Se levantaba a las 7.30 horas y no volvía de trabajar hasta las 21.00 horas. Era una maravilla, ayudaba a todo el mundo, era muy cariñosa y entregaba su corazón a todos», comentaba, desolado, Fernando Álvarez Sanmiguel, vecino del 2º G, en medio de su piso inundado por las filtraciones de agua a causa de la extinción.

El incendio obligó a los servicios de emergencia a desalojar el edificio. Se trata de un amplio bloque de viviendas oficiales que fueron construidas en este barrio ourensano. Los primeros en llegar fueron agentes de la Policía Nacional, que se encargaron de avisar a todos los vecinos para que salieran. Los vecinos se llamaron unos a otros para despertarse y salir corriendo por las mojadas escaleras, que se volvieron más resbaladizas de lo ya habitual -el bloque consta de un patio abierto sin techo- y hubo alguna caída. Pudieron salir, pero nadie contestaba en la puerta del 3º G. Los bomberos de Ourense recibieron el aviso de fuego del 112 Galicia a las 7.29 horas. Cuando llegaron, vieron llamas saliendo por las ventanas a esa altura de la fachada posterior e inicialmente iban a desplegar el camión con autoescalera. Sin embargo, la policía ya había forzado la puerta de la vivienda siniestrada y los profesionales pudieron abordar la extinción del fuego desde el interior, pues el inmueble consta de una escalera abierta a través de un patio descubierto. 

Según explicó un portavoz del servicio municipal, nada más entrar en la vivienda encontraron a la primera víctima y poco después a la segunda. Una se encontraba en el baño y otra en el pasillo. También rescataron el cadáver de un pequeño perrito de la inquilina. Además de los dos camiones, una autobomba y otro con autoescalera, los bomberos solicitaron al ver la situación de un tercer vehículo autobomba. En total intervinieron diez bomberos en la extinción. La Policía Científica de la Policía Nacional recabó muestras para iniciar una investigación sobre las causas de este incendio mortal. En principio, se cree que el fuego se pudo iniciar en un dormitorio. Pero todavía no se sabe qué pasó. Se va a practicar la autopsia a los cadáveres de ambas mujeres.

Valentina C. llevaba muchos años trabajando en España como cuidadora de personas mayores. Actualmente se ocupaba de atender diariamente a una anciana en el centro de Ourense y anteriormente había trabajado en alguna residencia. «Tina era una mujer extremadamente precavida y cuidadosa», afirmaba Malena G. que conoció a la fallecida como cuidadora de su suegra durante 15 años. Ella y un sobrino de la anciana a la que actualmente cuidaba se acercaron también al edificio para saber de lo ocurrido e intentar reunir datos para informar a sus familiares. Intentarán conseguirlo a través de la iglesia mormona en Ourense, a la que pertenecía Valentina.

Según explicaron estos empleadores y los vecinos, Valentina tenía al menos un hermano en la República Dominicana, además de un hijo militar en Venezuela, donde se había casado de joven, y una sobrina en A Coruña. Estaba muy ilusionada con la próxima visita de su pequeña nieta, a la que esperaba para la primavera en Ourense. «Hacía 14 años que no iba a su país, y para cuando se jubilase quería irse a vivir con su hermano a Estados Unidos. La voy a echar de menos. Hablábamos mucho», explicaba Pilar, una vecina del tercero que paseaba a la mascota de Valentina, John, cuando esta no estaba y le guardaba las llaves. Sobre la segunda fallecida, a la que llamaban Olivia, apuntó que «eran íntimas amigas porque la brasileña ya estuvo siete años en España y se había vuelto a Brasil para cuidar a su madre». La intención de la otra fallecida sería conseguir los papeles para trabajar de nuevo en España, algo en lo que la intentaba ayudar su amiga.

Hasta el inmueble de la calle Manuel Lago se desplazaron esta mañana el delegado de la Xunta, Gabriel Alén, y la responsable de Vivenda en la delegación de la administración autonómica, titular de la mayor parte de la propiedad. Hablaron con los vecinos y con el presidente de la comunidad para interesarse por sus necesidades inmediatas y dejarles sus contactos. Las viviendas de la planta cuarta resultaron afectadas por humo y las vecinas inferiores por filtraciones de agua a consecuencia del líquido utilizado por los bomberos para apagar el fuego. En principio, según dijo Alén, todos los inquilinos y propietarios cuentan con seguro de vivienda, con lo que a través de este canal pueden llegar más rápidamente los fondos para las reparaciones que sean necesarias. La estructura del edificio no peligra, pero hay viviendas que se encuentran en mal estado por la presencia de agua. En un bajo del edificio se encuentra la casa pastoral Nuestra Señora de Covadonga y dos sacerdotes estuvieron por la mañana en el lugar para informar de los daños que detectaban en la vivienda parroquial ubicada en la parte posterior, también afectada por el agua que utilizaron los bomberos.

El delegado de la Xunta apuntó que, en ese primer momento, ningún inquilino les había manifestado que necesitasen una vivienda para realojarse, pero que estarían disponibles para ofrecérsela si la necesitaban. Fernando Álvarez criticó el estado de las instalaciones y la calidad de la construcción de estas viviendas de promoción pública. «La humedad es impresionante. Hay 12 paneles solares, supuestamente para el ahorro de energía. pero la mitad no funcionan y pagamos 95 euros de calefacción. Es un edificio de siete años. Yo aquí no vuelvo más», decía en un primer momento. Este vecino indicó que había reunido 44 firmas para comunicar estas deficiencias. El BNG de Ourense se hizo eco de estas quejas. Informaban que estas viviendas de protección pública se comenzaron a construir en el año 2009, estuvieron años paralizadas y se modificaron los proyectos. Los primeros contratos de alquiler se firmaron cinco años después, en el 2016. Desde esa época vivía aproximadamente Valentina en el edificio. El grupo municipal nacionalista denunció que quedaron instalaciones pendientes de rematar, como los tendederos o el sistema eléctrico de energías renovables, además del falta de mantenimiento de los elementos comunes.

 

Estado en que quedaron las traseras del inmueble calcinado en Ourense
Estado en que quedaron las traseras del inmueble calcinado en Ourense ALEJANDRO CAMBA

El suceso sobresaltó a los vecinos del edificio, que se vieron obligados a abandonar sus casas en una lluviosa mañana de sábado. «Estábamos durmiendo y nos aporrearon la puerta para avisarnos de que teníamos que salir», explica uno de los vecinos del inmueble. Asegura que no les pudieron avisar por el timbre, debido a que por las humedades y filtraciones que sufre el edificio no funcionan los timbres en las jornadas de lluvia. Una vecina del 2º F explicó que se levantó para ir al baño a las 7.15 horas. «Sentí ruido junto al salón. Vi en la calle a un señor que hacía gestos desde fuera de que había fuego», recordó. Era un repartidor de prensa que vio las llamas desde el exterior y dio el aviso. 

Aunque finalmente no pudo hacerse nada por salvar la vida de las dos vecinas, que fallecieron en el mismo edificio, hasta el lugar se desplazaron dos ambulancias medicalizadas del servicio de Urgencias del 061. Hasta el momento se desconocen las causas del incendio que ha costado la vida a estas dos mujeres y que está siendo investigado por la Policía Nacional. 

Hace menos de un mes, el 13 de diciembre del 2022, se producía un suceso de similares características. En este caso, el resultado fue de una mujer fallecida de 57 años en un inmueble del barrio de la Cruz Alta. Al igual que en el incendio de Covadonga, el percance tuvo lugar por la noche.