Genoveva, paciente del CHUO: «Para mí ver a los Reyes tan cerca fue el mejor regalo. Hasta le mandé fotos a mi nieta»

Fina Ulloa
Fina Ulloa OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

La visita real generó gran expectación entre pacientes y personal del CHUO
La visita real generó gran expectación entre pacientes y personal del CHUO Alejandro Camba

Melchor, Gaspar y Baltasar se despidieron de Ourense repartiendo sorpresas a niños y mayores ingresados en el hospital ourensano

06 ene 2023 . Actualizado a las 19:42 h.

En la agenda de visitas que hacen los Reyes Magos en la capital ourensana no falta nunca una al Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO) para saludar a los pacientes ingresados. La hacen tras terminar la tarea nocturna del reparto, casa por casa, de los regalos, ya en la mañana del día 6. Y este año no fue una excepción. Con la ayuda de los bomberos de parque ourensano, que desplazaron hasta el lugar uno de sus camiones con brazo articulado, fueron recorriendo poco a poco la fachada derecha del nuevo edificio de hospitalización. Una tarea más compleja de lo que pudiera parecer porque el frontal es muy amplio y el grado de movimiento lateral de la grúa que lleva la cesta está limitado para evitar vuelcos. «En vertical temos dabondo, podemos subir ate os 42 metros de altura e o brazo coa cesta podémolo facer xirar 365 grados, pero o eixo de oscilación lateral ten nove metros e este edificio é moi ancho», explicaba José Orbán, uno de los bomberos imprescindibles en la visita de los Reyes Magos a Ourense, porque él guía también todos los años el camión antiguo restaurado que acompaña a la cabalgata.

Genoveva pegada a la ventana, saludando a los Magos de Oriente
Genoveva pegada a la ventana, saludando a los Magos de Oriente

Pero de puertas para adentro del CHUO nadie se enteró del esfuerzo técnico ni de la pericia que requirió encajar el camión de 26 toneladas en el ajustado espacio en el que se colocaron las bases de apoyo sin tocar con ningún obstáculo para no dañar los maceteros, los bolardos y otros elementos que ocupan la parte anterior de la fachada. Lo único que vieron los pacientes fue cómo se materializaban, sonrientes, los tres personajes del día frente a los grandes ventanales que tienen las habitaciones de este nuevo edificio. 

A pesar de lo que pudiera pensarse, ese primer recorrido de Melchor, Gaspar y Baltasar por la zona de hospitalización de adultos fue recibido casi con más entusiasmo que el que luego harían, ya a pie, por el área materno infantil. Especialmente felices estaban muchos mayores, que aplaudían y saludaban sonrientes a los visitantes a través del cristal. «Para mí este fue el mejor regalo. Ver a los reyes tan cerca fue impresionante. Me ha gustado muchísimo» dice Genoveva Rodríguez, ingresada por una afección respiratoria. «Soy asmática y empecé a encontrarme peor. Desde anteayer estoy aquí», dice esta vecina del municipio de San Cristovo de Cea que aprovechó la ocasión para hacerles varias fotos a través de la ventana y enviarlas a su nieta. «Estoy feliz», añadía con una sonrisa de oreja a oreja. Otra señora se interesaba en los pasillos por saber si la cesta también se asomaría al otro lado del edificio. «Es que mi marido está allí ingresado y no se puede mover», explicaba al personal.

La magia de esa ilusión es contagiosa y se notó incluso en la plantilla del centro hospitalario, a pesar de conocer de antemano que la sorpresa iba a producirse. Algunos coincidieron con los protagonistas del día mientras reponían algo de fuerzas en la cafetería del hospital y aprovecharon para saludarlos. Otros, mientras ayudaban a los pacientes con menos movilidad a disfrutar de esta visita a través del cristal. «Yo tomé fotos para una enfermera que no podía estar y me pidió que le hiciera alguna», narra Concepción, sentada junto al ventanal de la habitación en la que está ingresada tras fracturarse una pierna. «Es maravilloso, esto es una cosa muy bonita. Y supongo que para los niños tiene que ser estupendo, muy especial», valora esta paciente. Y lo fue. La visita al materno infantil se produjo poco después del mediodía.

Enzo se quedó encantado con los inesperados regalos y la visita de los Reyes Magos a su habitación
Enzo se quedó encantado con los inesperados regalos y la visita de los Reyes Magos a su habitación F. Ulloa

Este año no se pudo reunir a los niños en el aula que tienen en la tercera planta para que recibiesen allí juntos a Melchor, Gaspar y Baltasar. La razón es que la mayoría estaban confinados por culpa de los virus respiratorios y se optó por que fuesen los ilustres invitados (que también estuvieron acompañados por el alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, y el concejal, Telmo Ucha, en el reparto de los regalos) los que pasasen por cada habitación a saludar a los pequeños. Diana, aunque solo tiene cinco años, se tomó con mucha tranquilidad la llegada de la comitiva. Quizá porque como lleva ingresada desde antes de Navidad, ha sumado ya muchas visitas emocionantes, desde la de Papá Noel a la de los jugadores de varios equipos ourensanos. Con todo, le hizo especial ilusión una pizarra mágica que traían sus majestades para ella y en la que se puso a escribir nada más desempaquetarla. Mucho más sorprendido se mostraba Enzo cuando vio entrar la comitiva por la puerta. «Mamá me había traído los de casa pero estos no me los esperaba. Me han traído dos juegos de mesa, dos llaveros y dos libros, una camiseta, una gorra y una sudadera», contaba este pequeño de 9 años que acababa de pasar la primera noche en el hospital y que recibió a los Magos de Oriente acompañado de su madre Raquel.