Un corrimiento de tierras por la lluvia arrastró una caravana en la zona de Reza
OURENSE CIUDAD
Los ocupantes salieron ilesos pero fue necesario cortar la OU-402. El temporal provocó también incidentes en otras carreteras, como la OU-525 o la A-52, además de derrumbes de muros e inundaciones de fincas y bajos en varios municipios. Ribadavia fue uno de los núcleos con más problemas
03 ene 2023 . Actualizado a las 16:44 h.El temporal de lluvia y viento generó numerosos problemas en el primer día del año en la provincia de Ourense. Uno de los sustos más importantes se produjo en la OU-402, cuando un talud se vino abajo y el corrimiento de tierras arrastró a una caravana que en ese momento circulaba por este vial. El suceso ocurrió a la altura de la depuradora de Reza, a medio camino entre la zona de Outariz y el casco urbano de la ciudad. Los ocupantes del vehículo resultaron ilesos, aunque se llevaron un buen susto al verse desplazados por el derrumbe que tumbó el vehículo hacia un lado durante unos minutos en los que vieron como la tierra se colaba dentro. «Estábamos aparcados xunto ás termas da Chavasqueira, cando veu a Policía Local a avisarnos que estaba subindo moito o nivel do río e que era mellor que nos apartaramos de alí. E así fixemos, pero cando viñamos circulando cara o aparcamento de arriba, xa nos caeu o terraplén», narraba aún con el susto en el cuerpo Esteban Loureiro, unl vecino de A Coruña que había decidido pasar el fin de año con su pareja en Ourense. La Guardia Civil se encargó de mantener cerrado el acceso por esta carretera desde Alongos, y la Policía Local de Ourense hizo lo mismo en la gasolinera de Reza.
Además, tanto los policías locales de Ourense como los bomberos tuvieron que realizar varias intervenciones para atender las alertas de los vecinos por problemas de inundaciones o por encharcamientos en los viales. Entre otros puntos, los bomberos actuaron en el túnel de Bobadela, donde construyeron una canalización para desviar el agua y que no vertiese a la calzada, también tuvieron que acudir a retirar un árbol que cayó sobre la carretera de Castro de Beiro a Paradela. La retirada de carteles y lonas les llevó a intervenir en la calle Progreso, Ervedelo y Padre Feijoo. También se derrumbó parte dun muro en la calle Basilio Alvarez y hubo que acordonar la zona. A media tarde ya se computaban más de una decena de salidas del Parque de Bomberos de Ourense. Se mantiene la vigilancia en las orillas del Miño, donde también se anegaron las zonas termales.
También fue necesario cortar la N-525 a su paso por el término municipal de Coles por un corrimiento de tierras. En este caso el derrumbe sobre la calzada no coincidió con el paso de ningún vehículo. Hubo igualmente incidentes en otros viales por escorrentías que invadieron las calzadas, como en el kilómetro 242 y en el 233 de la A-52. Entre otros muchos puntos, hubo problemas en Vilar de Barrio, donde tuvo que cortarse la carretera que une Riobó y Prado por un desprendimiento de tierras. Tasmbién se inundó la de San Miguel a Searas y en Alemparte se desbordó el cauce del río.
Los problemas por el aguacero se extendieron también por otros puntos de la provincia. En Ribadavia, el Avia se desbordó anegando fincas y bajos y en otras localidades de la comarca, como Arnoia o Carballeda de Avia, también registraron problemas que afectaron a la circulación en algunas carreteras secundarias y puentes. En Allariz estuvieron atentos a la evolución de la crecida del río Arnoia, que en algunas zonas rebordó de su cauce y anegó parte de alguno de los paseos que lo recorren a su paso por la capitalidad municipal. Sin embargo, en la localidad alaricana tenían mayores problemas que alguna acumulación de agua en calles debido al entupimiento de sumideros que no dan abasto a absorber agua cuando la precipitación se intensifica. «Afortunadamente de momento non temos afectados viais», apuntaba el concejal Bernardo Varela a media tarde confiando en que la previsión de que la lluvia amainase a medianoche se cumpliera.
Sin embargo no hubo tanta suerte en el pequeño núcleo de Requeixo de Valverde, dentro del mismo término municipal de Allariz. Allí la lluvia hizo mella en un muro de piedras que acabó desprendiéndose sobre la calzada. No hubo daños personales, pero tres viviendas se han quedado sin acceso en coche, aunque sí pueden entrar y salir por un vial alternativo a pie. Los técnicos municipales fueron alertados para valorar la situación, según explicó Varela. Ya a mediodía, en la cuenca del Miño Sil, se habían superado los umbrales de prealerta o alerta en las estaciones de aforo de los ríos Miño, Arenteiro, Avia, Arnoia y Deva. También desde Protección Civil de Verín se advertía a los vecinos que no se acercasen al Támega ni a zonas inundables, dada la crecida del caudal del río.
En O Carballiño las intensas lluvias provocaron encharcamientos y zonas anegadas en varias calles de la villa y también de otros núcleos. Los vecinos se encontraron por la mañana la iglesia de San Martiño de Sagra inundada así como el cementerio colindante. La Policía Local carballiñesa perimetró las zonas cercanas al cauce del río, cortando el paso a los lugares en los que suele ser más habitual que se produzcan inundaciones, especialmente a lo largo de la avenida de O Arenteiro y la calle Compostela, entre otras.
