Esperanza Cortiñas celebra sus 106 años con pulpo, churrasco y el amor de su familia

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE

OURENSE CIUDAD

Esperanza Cortiñas celebró los 106 con la familia
Esperanza Cortiñas celebró los 106 con la familia Cedida

La vecina de A Ponte recibió la visita de nietos y sobrinos, con quienes festejó su cumpleaños yendo a comer fuera

04 dic 2022 . Actualizado a las 20:14 h.

Esperanza Cortiñas lo decía alto y claro este viernes justo antes de llevar a cabo la misión de encender todas las luces de la ciudad. «Que lo paséis lo mejor posible», deseaba a las casi 4.000 personas que tenía delante, admirándola, expectantes por verla iluminar de Navidad a Ourense. Ese fue el regalo que le hizo el Concello. A sus 105 años y a punto de cumplir uno más, la vecina de A Ponte tuvo el honor de encender la época del año dedicada a la ilusión, al amor y a los grandes reencuentros. Y lo hizo como a ella le gusta, disfrutando de cada momento. «Hay que estar en forma», comentaba durante el encendido. El alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, destacaba su vitalidad, que va a jugar la partida cada día al centro sociocomunitario de Concejo y que no se pierde un domingo de baile. El regidor le entregó además un ramo de rosas en nombre de todos los ourensanos. También hubo dulce, 106 cañas de crema, como los años que cumple Esperanza, que se repartieron entre los presentes. Y no faltó el tradicional Cumpleaños feliz que interpretó para la centenaria el coro juvenil Cantiga Ourense. Pero la del viernes en la plaza Mayor fue solo la primera de las celebraciones que tuvo Esperanza. La más importante llegó hoy y fue en compañía de las personas que más quiere.

En el propio día de su cumpleaños, la vecina de A Ponte consiguió lo que hacía años que no lograba: reunir a gran parte de su familia. Desde Alicante llegaron dos de sus nietos. De la provincia de Lugo vinieron un puñado de sobrinos. Su hija Mari, que vive con ella, no se separó de su lado. Y sus amigas de las timbas y los bailes también la acompañaron. Pero la sorpresa que la dejó sin habla llegó de París y sin avisar: su hija Aurora. «Cuando la vi no me lo podía creer. Estar todos juntos es una alegría enorme», afirma la homenajeada. Esperanza se llevó a comer a su familia algunos de los platos más típicos de Ourense, los que más le gustan a ella y a los suyos. Disfrutaron de pulpo á feira y de churrasco en el Peregrinus. Luego no se perdió su partida en Concejo, mientras los que viven fuera aprovecharon para descubrir la ciudad. El domingo, tocará celebrar de nuevo y disfrutar la vida, a sorbitos y día a día, como le gusta a esta ourensana. ¡Felicidades!