La cesta navideña que sortea una funeraria de Ourense incluye un televisor, un robot de cocina y un succionador de clítoris
OURENSE CIUDAD
El empresario Arturo Varela lleva cinco años ofreciendo a sus clientes un gran sorteo de productos dentro de un ataúd
30 nov 2022 . Actualizado a las 07:09 h.Hace cinco años que Arturo Varela empezó a reivindicar su oficio como funerario de la manera más original y divertida que se le ocurrió. Fue en la Navidad del 2018. En lugar de hacer la clásica cesta, en su negocio, la Funeraria Ourense, situada en el barrio de A Valenzá, en Barbadás, decidió meter todos los productos en un contenedor diferente y al mismo tiempo representativo: un ataúd. «Llamó muchísimo la atención de todo el mundo. Recuerdo que se vendieron las rifas en pocos días», explica. «Siempre me había dado la sensación de que nuestro oficio se ligaba a personas serias y tristes, trajeadas y de pocas palabras. Quería demostrar que somos gente normal y que esta es una profesión más, que nosotros también nos reímos y disfrutamos de la vida, que a eso hemos venido a este mundo», afirma Arturo.
Ahora su propuesta ya es toda una tradición en su empresa y de hecho en el barrio esta época empieza cuando llega el ataúd navideño. En esta ocasión está valorado en 2.500 euros e incluye un televisor de 55 pulgadas, un patinete eléctrico, una cafetera, un robot de cocina y hasta un succionador de clítoris. No faltan todos los alimentos gourmet propios de las cestas como el jamón, la paleta ibérica, las botellas de vino y de espirituosos... «Me preguntan por las rifas desde que termina el verano y hay veces que voy a un servicio y me reconocen por el ataúd de Navidad», confiesa. Venden 333 tiques y se lo llevará la persona a quien le coincida el número con los tres últimos dígitos del ganador del sorteo del Niño. «Yo solo recupero lo invertido, todo el dinero excedente lo donamos a una asociación que trabaja con niños con autismo y sus familias, ApuntasTE», termina Arturo. Y si hay mucho capricho, hasta regala la caja. «Aunque es malucha», apunta, para que no haya sorpresas.