La cesta navideña que sortea una funeraria de Ourense incluye un televisor, un robot de cocina y un succionador de clítoris

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE

OURENSE CIUDAD

Arturo posa con su cesta de Navidad en el ataúd
Arturo posa con su cesta de Navidad en el ataúd Miguel Villar

El empresario Arturo Varela lleva cinco años ofreciendo a sus clientes un gran sorteo de productos dentro de un ataúd

30 nov 2022 . Actualizado a las 07:09 h.

Hace cinco años que Arturo Varela empezó a reivindicar su oficio como funerario de la manera más original y divertida que se le ocurrió. Fue en la Navidad del 2018. En lugar de hacer la clásica cesta, en su negocio, la Funeraria Ourense, situada en el barrio de A Valenzá, en Barbadás, decidió meter todos los productos en un contenedor diferente y al mismo tiempo representativo: un ataúd. «Llamó muchísimo la atención de todo el mundo. Recuerdo que se vendieron las rifas en pocos días», explica. «Siempre me había dado la sensación de que nuestro oficio se ligaba a personas serias y tristes, trajeadas y de pocas palabras. Quería demostrar que somos gente normal y que esta es una profesión más, que nosotros también nos reímos y disfrutamos de la vida, que a eso hemos venido a este mundo», afirma Arturo.

Ahora su propuesta ya es toda una tradición en su empresa y de hecho en el barrio esta época empieza cuando llega el ataúd navideño. En esta ocasión está valorado en 2.500 euros e incluye un televisor de 55 pulgadas, un patinete eléctrico, una cafetera, un robot de cocina y hasta un succionador de clítoris. No faltan todos los alimentos gourmet propios de las cestas como el jamón, la paleta ibérica, las botellas de vino y de espirituosos... «Me preguntan por las rifas desde que termina el verano y hay veces que voy a un servicio y me reconocen por el ataúd de Navidad», confiesa. Venden 333 tiques y se lo llevará la persona a quien le coincida el número con los tres últimos dígitos del ganador del sorteo del Niño. «Yo solo recupero lo invertido, todo el dinero excedente lo donamos a una asociación que trabaja con niños con autismo y sus familias, ApuntasTE», termina Arturo. Y si hay mucho capricho, hasta regala la caja. «Aunque es malucha», apunta, para que no haya sorpresas.