¿A quién le interesa echar a los vecinos del casco histórico de Ourense?

Gloria Barros. BUZÓN DEL LECTOR

OURENSE CIUDAD

Iluminación festiva en el casco histórico, en una imagen de archivo
Iluminación festiva en el casco histórico, en una imagen de archivo Santi M. Amil

09 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Después de sufrir todos los fines de semana y entre semana también los ruidos y música de los bares que se creen pubs, de los pubs que se creen discotecas y de los botellones de la hostelería... ahora tenemos que sufrir unas celebraciones sin ningún tipo de control a unos niveles de ruido que van en contra de la salud y que son de dudosa legalidad. Los residentes del casco histórico de Ourense ya estamos más que hartos. Lamas Carvajal, plaza de Santa Eufemia, Hermanos Villar, Las Tiendas, La Paz, plaza de San Martiño, plaza Mayor, Alameda, Arcedianos, a los que unimos plaza del Corregidor, Gravina, La Magdalena, Los Suaves, Hornos, Lepanto, Juan de Austria, Pena Corneira, Cabeza de Manzaneda... No queremos ni debemos soportar ninguna otra violación de nuestros derechos, tenemos que pedir mediciones acústicas que el Concello de Ourense debería preocuparse de que no sobrepasen los niveles dañinos para la salud, siendo además de obligatorio cumplimiento, como ya se está haciendo en otros lugares. En Halloween se pasaron todos los límites, con la particularidad que en menos de 50 metros de separación había tres actuaciones casi simultáneas, además de los gritos y tambores, en calles tan estrechas que parecía que las casas tenían vida propia. Sin contar que nos dejaron a nuestra suerte, cerrada la Alameda y plaza Mayor, con Juan de Austria vallada, la entrada de emergencias que sería Lamas Carvajal taponada con un disyóquey. ¿Por dónde entran los bomberos? Un incendio, una estampida, ¿qué hacemos? ¿De quién es la culpa? ¿Quién lo asume? Viendo el abandono del casco histórico y el ruido que se viene dando alguien puede pensar que no vive nadie y no se molesta. Pues sí, vive gente, bastante gente, menos de la que quisiéramos porque nos están echando.

Proponemos que todas estas celebraciones a partir de medianoche se trasladen a recintos fuera de las zonas residenciales; hacer las fiestas populares rotatorias, nos conformamos con que cada seis, siete u ocho años nos toque en el centro histórico; que en San Martiño pongan los disyoqueis en Progreso, otro en Concordia y una orquesta en la Diagonal; y en carnaval un pinchadiscos en el parque de San Lázaro, otro en Santo Domingo y sambódromo en el Paseo. Y así por todas las calles y barrios. Quizás así entendieran el problema. Estas celebraciones son un calvario. Nosotros no salimos a divertirnos a la calle, lo sufrimos en nuestras casas. Los que vienen a pasarlo bien, y cuando acaban de divertirse, se van a descansar, cuando quieren y a la hora que quieren.

Ánimo vecinos, otros movimientos empezaron con una o dos personas y cambiaron cosas, hábitos y leyes. En la Constitución Española se recoge el derecho al descanso, me la leí todo y no encontré el derecho a la diversión.