Una enfermera del hospital de Ourense acusa a una celadora de atacarla: «Vino hacia mí y me llamó hija de puta»

Marta Vázquez Fernández
M. Vázquez / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

M. FERNÁNDEZ

La acusada niega haber atacado a la sanitaria: «Las lesiones ya las traería de casa»

08 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Un incidente en el que no hubo nada más que un comentario relativo al mal funcionamiento de un servicio o una agresión a una enfermera que debe ser castigada con pena de cárcel. Entre esas dos hipótesis gira el caso que llegó este lunes a la sala de vistas del Juzgado de lo Penal 1 de la capital ourensana. En el banquillo de los acusados se sentó una celadora del complexo hospitalario de Ourense, CHUO,  N. P. C., a la que se imputa un delito de atentado y otro de lesiones presuntamente cometidos contra otra empleada del mismo centro médico.

Según la denunciante, personada en el caso como acusación particular, el 10 de junio del 2021 la investigada, que estaba en horario laboral y uniformada, se personó en la consulta de la unidad del dolor acompañando a un paciente. Aunque debido a la situación de pandemia no está permitido que los enfermos accedan a la sala con otras personas, en este caso a la acusada la dejaron pasar «porque es una compañera y porque además se identificó como familiar», explicó la enfermera, que relató el desagradable incidente que tuvo que pasar poco después.

Así, contó que el usuario «puso en duda la profesionalidad del servicio por dos pruebas que le habían hecho» y se alteró. La doctora se levantó entonces de su sitio para explicarle en que consistían esas técnicas y, en ese momento, la celadora atacó a la enfermera. «Empezó a llamarme maleducada, sin vergüenza, hija de puta, y me agarró por el brazo», explicó la perjudicada, que asegura que la agresora la zarandeó, al tiempo que la empujaba contra la pared y le gritaba. «Me dijo que yo no sabía lo que era el dolor», relató. Tras el episodio, la víctima acudió a su supervisora, activándose el protocolo de agresión. Acabó en urgencias la sanitaria, con una lesión en el brazo que figura en su parte médico. «Me faltó al respeto», consideró sobre lo ocurrido, asegurando además que tras el incidente llegó a encontrarse varias veces con la acusada, en situaciones que no le parecieron fortuitas. «Siempre salía de mi unidad con el móvil en modo grabación», recordó.

Pero nada de esto coincide con lo que relató la investigada. La profesional explicó que era su trabajo acompañar al paciente a la consulta del dolor y entrar con él, si bien negó que se hubiera identificado como pariente del usuario y negó tener alguna relación familiar con él. «Le dije a la auxiliar que no sabía que pasaba en esa unidad porque estábamos teniendo muchas reclamaciones; no sé si pudo sentirse ofendida», aseguró, negando haberla atacado. «Nunca la toqué, ni el uniforme, ni nada, y tampoco la insulté en ningún momento», dijo. Preguntada por la contusión que presentaba la víctima, echó balones fuera: «Las lesiones las traería ella de casa, yo ni la toqué». Según ella, tras el comentario la consulta ella y el paciente se marcharon. Al día siguiente se enteró de que la habían denunciado y dijo haberse sentido sorprendida porque nunca pensó que eso pudiera llegar a pasar. La Fiscalía pide 16 meses de cárcel, además de una indemnización para la perjudicada. También pidió condena la acusación particular, mientras que la defensa reclamó la libre absolución