Moncho Gesteiro, catedrático de Física de la Tierra: «Tenemos que educar a la población para saber actuar ante una inundación»

Fina Ulloa
Fina Ulloa OURENSE / LA VOZ

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Moncho Gesteiro fue el coordinador por parte de la Universidad de Vigo del proyecto interfronterizo Risc-ML
Moncho Gesteiro fue el coordinador por parte de la Universidad de Vigo del proyecto interfronterizo Risc-ML F. Ulloa

Un congreso analiza en Ourense los sistemas de predicción y alerta ante desbordamientos de cauces

06 oct 2022 . Actualizado a las 11:40 h.

Ourense acogió esta semana un congreso sobre prevención y alertas ante inundaciones en el que participaron representantes de cuencas hidrográficas de toda España. La cita ponía el broche final al proyecto interfronterizo Risc-ML que durante cuatro años estudió y buscó una mejor gestión de los problemas generados tanto por las lluvias torrenciales como por la sequía.

—Hablamos mucho últimamente de la falta de lluvia. ¿Deberíamos preocuparnos más por las inundaciones?

—Son dos caras de la misma moneda; de lo que está provocando el cambio climático. Si miras por cantidad, no es que esté lloviendo mucho menos. Lo que estamos viendo es que esa agua cae mucho más concentrada, en un intervalo de tiempo más corto, lo que provoca que tengamos o largas temporadas de sequía o nos encontremos con inundaciones.

—¿Sabemos los ciudadanos cómo actuar ante un problema de este tipo?

—Aqui la alerta al ciudadano llega a través de Protección Civil, que es a quien por protocolo se traslada ese aviso y ellos los que avisan a la gente, pero yo creo que con el tiempo también habrá que crear protocolos para hacer llegar la información directamente a la población.

—¿Por qué no hay sistemas directos como en otros países?

—Yo estuve viviendo una temporada en Florida, donde todos los años tienen cuatro o cinco huracanes. Un día me sobresaltaron unos golpes y cuando fui a mirar era que estaban apilando sacos de arena en la puerta de mi casa porque dos días después se preveía que iba a llegar un huracán. Es un ejemplo, pero hay muchos más países en los que los protocolos están muy avanzados y la gente los aplica porque es un problema frecuente y lo sufren además de forma mucho más grave. Aquí en la mayoría de las comunidades es información interna que se traslada a través de Protección Civil, pero tenemos que ponernos las pilas precisamente porque los episodios de lluvias torrenciales van a más.

—¿Cuál es la razón de que no pueda acceder el ciudadano?

—Porque antes hay que hacer pedagogía, enseñar a la gente como leer e interpretar esa información, los resultados del modelo. Tenemos que educar a la población para saber cómo actuar ante una alerta por inundación, pero sin que se dispare el pánico. Y eso lleva su tiempo. Hay que hacerlo poco a poco y desde muchos ámbitos. Por ejemplo, cada vez que vemos la información del tiempo en la televisión no solo deberían decirnos que llueve, sino también qué sitios pueden inundarse. En otros países ya se hace y, en caso de alerta, cinco minutos del telediario se ofrece toda la información sobre cómo es ese riesgo. Pero hay que ser muy cuidadoso con esa información si no se ha entrenado primero a la población.

—¿Cómo está la gestión del sistema de alertas en Galicia?

—En el congreso hemos tenido representación casi de todas las confederaciones hidrográficas de España y cada uno nos contó cómo lo tienen montado. Yo creo que la del Ebro es la más puntera, por lo que hemos visto. En Galicia estamos en el pelotón de arriba. Yo diría que tanto la Confederación Miño-Sil, que gestiona los cauces que tocan con Portugal y con otras comunidades, como Augas de Galicia, que se ocupa de las cuencas costeras y tiene su propio sistema, estamos en el notable. En general todas están avanzando. Porque lo importante es qué hacemos ante una inundación, con cuántos días de anterioridad podemos preverlo, qué medidas podemos tomar, cómo podemos informar a Protección Civil y desde ahí a la población.

—¿Y cómo vamos en esos sistemas predictivos?

—Lo que hemos ganado es que hemos hecho los sistemas mucho más rápidos. Antes se tardaba tanto en calcular el modelo que llegaba casi antes la inundación. Ahora, gracias a los avances de los últimos años, podemos hacerlas a tiempo real. Predicciones que antes llegaban en cinco horas, ahora tardan cinco minutos, con lo que hay más margen para dar la alarma. Esto era antes un mundo en el que estábamos metidos los ingenieros y los físicos y ahora cada vez se incorporan más informáticos y eso nos ayuda a sacar el máximo partido a los modelos.

—¿Qué sistema utilizan las confederaciones hidrográficas para hacer esas predicciones?

—Tenemos el modelo IBER, de construcción española en el que están involucrados la Universidad de Vigo, la de A Coruña y la politécnica de Cataluña, además del Centro de Estudios Experimentales, de Madrid. Precisamente este congreso nos ayudó a poner muchas cosas en común. Las confederaciones hidrográficas son los usuarios finales de lo que nosotros desarrollamos y reunirnos nos permite analizar lo que se está utilizando, cómo les funciona y explicarles los nuevos avances que tenemos. Lo que conseguimos es no ir cada uno por un lado, sino saber si les pueden servir para el futuro, las necesidades que ellos ven y así concretar hacia dónde podemos ir. La ventaja de que los modelos estén hechos aquí, que los creemos en España y con gente local, es que los usuarios pueden influenciar en cómo quieren que se desarrollen teniendo en cuenta las necesidades que detectan los técnicos en los organismos de cuenca.