El arte de un chino muy ourensano

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE

OURENSE CIUDAD

El artista ourensano Chino Chinosqui
El artista ourensano Chino Chinosqui Miguel Villar

Juan Antonio Jaén o, artísticamente, Chinoski acaba de inaugurar una exposición en el Trampitán

03 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Al ourensano Juan Antonio Jaén en el colegio le llamaban Chino por sus ojos rasgados. Cosas de la vida con los años acabó no solo por gustarle el mote si no por convertirlo en su nombre artístico y hoy en día es como firma sus obras, como Chinoski. Bajo ese seudónimo acaba de presentar una exposición que puede disfrutarse en el bar Trampitán, en la plaza Mayor de Ourense. Aunque profesionalmente se dedica a la pintura de brocha gorda, su sueño sería poder vivir del arte, «del de verdad», tal y como él lo considera. Su vocación le llegó muy pronto, siendo todavía un niño. «Un amigo del cole, con unos cuatro años, se había roto la pierna, y en todo ese tiempo había estado dibujando lo que le iba pasando. Fue algo que me llamó muchísimo la atención y me di cuenta de que yo quería expresarme así», recuerda. A los diez años empezó a ir a clases de pintura y todos sus amigos y vecinos del barrio de O Peliquín querían tener un cuadro suyo. Pero lo dejó. Luego lo retomó. Y así sucesivamente. Porque en la vida de este ourensano siempre hay dos versiones: la de Juan Antonio y la de Chinoski. La del pintor y la del artista. Y las dos se van entremezclando y combinando para subsistir. «Mi sueño sería poder dedicarme exclusivamente a esto, pero tengo el eterno síndrome del impostor», afirma. Su estilo es ecléctico, va cambiando según la época y según su estado de ánimo. Combina líneas, formas geométricas, inspiración en la cultura y el arte japonés y siempre con un valor común: la mujer. «Me expreso a través de la figura femenina porque es donde me siento cómodo y me veo definido. Me gusta buscar estilos diferentes, moverme por la pintura y llegar del expresionismo al abstracto según lo necesite, porque me hace evolucionar pero a la vez me mantiene atado», admite. Su obra puede verse en el Faíscas y también la hace por encargo.